Daniela Calle y Maria José Garzón empiezan una amistad a través del concierto de Justin Bieber, sus caminos se van trazando sin darse cuenta para estar juntas.
Pero varias situaciones que van pasando a través del tiempo pone a prueba la fuerza de s...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pov Poché
Sentía tranquilidad, paz, estabilidad. Exactamente eso que sientes cuando piensas que nada malo puede ocurrir. Tenía todo para ser feliz, mi familia, mis amigos, Ramón, un hogar y al amor de mi vida.
¡Dios, la amo tanto! tanto que a veces me cuesta creer que de verdad ella está conmigo. Debo confesar que Calle es mi punto débil, no creo soportar nada si ella no está a mi lado.
Podía respirar más tranquila ahora que mi papá y Vale junto a mis amigos más cercanos sabían todo. Solo faltaba que Calle se lo dijera a su familia. Quisimos dejarlos de últimos porque con ellos era muy impredecible lo que pudiese pasar.
— ¿Estás lista? –le pregunté mientras rozaba sus manos hasta llegar a su mejilla.
Estábamos sentadas en el sofá, eran alrededor de las 10 de la mañana. Daniela tenía entre sus manos el celular, no sabía a quién escribirle primero. La compadecí en aquel momento, ella tenía a muchas más personas con las cuales hablar.
— Amor, estoy aquí contigo –sostuve su mano temblorosa y dejé un beso en ella. Dejó salir un suspiro y empezó a escribir.
Decidió contarle primero a Germán.
Papá, seré lo más honesta que pueda... Su cuerpo quedó inmóvil durante unos segundos, con la mirada fija en la pantalla; borró lo que había escrito y comenzó de nuevo.
Hola, papá. Espero estés bien, sé que estás en el campeonato de Golf, pero necesitaba contarte algo importante. Primero, recordarte que te quiero mucho y que estoy agradecida con cada cosa que me has dado, por tu amor y tu paciencia. Estoy algo asustada, porque no sé cómo vayas a reaccionar a lo que voy a decirte, así que solo lo diré y ya. Poché y yo... Poché y yo somos novias y la amo muchísimo, soy feliz a su lado. Sé que esto debe ser muy sorprendente para ti, te daré el tiempo que necesites para asimilarlo. Pero quería contártelo porque eres muy importante en mi vida y me haría muy feliz si pudieras aceptarme.
Inmediatamente soltó el teléfono y se puso de pie, caminaba en círculos muy nerviosa, yo la abracé por la espalda tratando que sintiera todo mi amor, que no estaba sola, que estaba allí con ella, apoyándola.
La respuesta de Germán no tardó en llegar, de hecho, nos sorprendió lo rápida que fue.
Mi vida, ya lo sabía. Tenía mis sospechas y no te preocupes, te amo. Soy feliz si tú eres feliz.
Ese fue todo su mensaje, así de corto y así de rápido. Pude ver la cara de sorprendida que tenía Calle, luego de algunos minutos en shock las risas se apoderaron de nosotras, de todos él era del que menos esperábamos esa respuesta.
— Gorda... ¿Qué acaba de pasar? –me preguntó con confusión. Yo la abracé y la felicité por haber sido tan valiente.
Ahora tenía que hablar con el ser más importante de su vida, su mamá. Volvió a tomar el celular y sus dedos comenzaron a tocar aquella pantalla.
