Capítulo 22 - ¿Me perdonas?

3.5K 181 16
                                    

Pov Calle

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pov Calle

«No puede ser Daniela Calle, en que carajos estabas pensando cuando decidiste ir a ese café»

Mi mente era un caos en aquel momento y a la vez no lograba conectar palabra para poder explicarle a Poché sin que su molestia aumentara. Viéndolo desde cualquier otra perspectiva podría decirse que no es para tanto la reacción de mi novia, pero estoy segura que desde su perspectiva esto era casi una traición porque le mentí, desde el primer momento en que tomé la decisión de ocultarle que iba a ese café a reunirme con Alexa.

— Gor... gorda dé..jame que te explique. –titubee —ésta tarjeta en realidad no significa nada simplemente cuando estaba por irme Alexa se acercó y me la dio, pero... –me interrumpió.

— ¿Pero ¿qué? ¿Pero que, Calle? ¿Por qué tienes su número? ¿por qué desde un inicio simplemente no lo botaste o no lo aceptaste? o mejor aún... ¿por qué simplemente no se lo tiraste en la cara desde el momento en que te lo dio? –sus ojos más allá de demostrar enojo, demostraban tristeza —Calle, te pedí que me dijeras la verdad, que no existieran secretos y... –tenía que actuar antes que su cabecita empezará a armar cosas que no existen.

— Gorda, mírame, mírame por favor –trataba de tomar su rostro, pero me era imposible, me alejaba —gorda, no pasó absolutamente nada, te lo juro. Éste papel no significa nada, tanto es así que se me había olvidado por completo que lo tenía en la guantera. De verdad, no te molestes por esta tontería –estaba rogando haber usado las palabras adecuadas. Y al parecer estaba funcionando porque luego de unos minutos que a mí me parecían horas, su expresión facial empezaba a cambiar.

— Daniela, prométeme que estás diciéndome toda la verdad –su mirada fría congelaba todo mi ser.

— Te lo prometo, amor. Entiende que desde que te vi supe que era contigo con quién quería estar. No hay día que no despierte feliz de tenerte a mi lado, ni tampoco hay sonido que ame más que tu voz, no existe lugar donde prefiera perderme más que en tu mirada. Créeme, gorda –traté de acercarme a ella, está vez con éxito. La tomé de la cintura y la fui llevando despacio al borde del auto. Una de mis manos llegó a la parte trasera de su cuello y la acerqué aún más a mí —Te amo, amor. Te amo solo a ti. Mi respiración se fusionaba con la de ella.

— Está bien, amor. Te creo, pero te advierto, no quiero verla más cerca de ti. ¿Me entendiste, Daniela Calle? –frunció el ceño e hizo ese puchero que tanto podía conmigo. No aguanté más y terminé de acortar la distancia que nos separaba, nuestros labios volvían a encontrarse y acoplarse de la manera más perfecta, no quería separarme, quería quedarme así con ella para siempre, pero no fue sino hasta que sentí el dolor en mi labio, me había mordido... y muy fuerte.

— ¡Aucch! –me quejé pasando mis dedos en mi labio lastimado.

— Eso es para que sepas a quién perteneces. Ahora vamos que no quiero hacer esperar más a tu mamá.

Detrás de las Cámaras | Caché | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora