Daniela Calle y Maria José Garzón empiezan una amistad a través del concierto de Justin Bieber, sus caminos se van trazando sin darse cuenta para estar juntas.
Pero varias situaciones que van pasando a través del tiempo pone a prueba la fuerza de s...
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Pov Valentina
Ha pasado 15 días desde que llegué a LA, 15 días en los que me he puesto al día con mi hermana, 15 días en los tuve que cambiar de número nuevamente, bloquear mis redes sociales y 15 días que he tenido la misma pesadilla.
¿Una mierda? Sí, es una mierda tener que pasar por esto, tener un acosador desde que casi tengo memoria y que aparentemente era también un niño cuando empezó a acosarme.
¿Lo habré visto alguna otra vez?
¿Hablé con él?
¿Quizás fue un compañero en MISI?
Miles de preguntas que no me dejan en paz y que por más que Poché trate de levantarme el ánimo llevándome a conocer la ciudad o invitándome a fiestas donde están un montón de famosos, no lo logra.
He intentado enfocarme en encontrar algún trabajo pero no lo he conseguido, mi hermana insiste en que ella puede ayudarme pero realmente quiero hacer esto sola. Ya mucho tiene con recibirme en su casa y aunque viva repitiéndome que no le incomoda a mí si que me incomoda, más por Camila. Es muy dulce y alegre pero simplemente no logro acoplarme a ella.
Quizás por eso no dejo que se acerque mucho a mi burbuja.
Lo cierto es que, lo único que agradezco de todo este cambio es el hecho de poder respirar un poco al saber que estoy lejos de ese hombre.
— ¿Vas a salir? –llevaba un rato viendo mi reflejo el espejo de la habitación mientras los pensamientos me consumían.
— Si... saldré con papá, se va en un par de días y vamos a almorzar con alguien antes de eso.
— ¿Con quién si se puede saber? Pensé que no tenías amigos por aquí.
— No los tengo o bueno... sí, es una vieja amiga y no, no puedes saber.
— ¿Una vieja amiga? Vale soy tu hermana, dime... ¿quién es? -preguntó haciendo un puchero.
— Jaja cuando pones esa cara de bebé olvido por completo quien es la menor entre las dos –mi hermana se acercaba con pucheros incluidos a mí, dejó su cabeza en mi hombro y me abrazó por la cintura, viéndonos en el reflejo.
— ¿Sabes que siempre serás mi hermanita, verdad? Y que te amo más de lo que puedes imaginar.
— Lo sé, Poché. Y gracias por todo lo que estás haciendo por m...-me interrumpió.
— Hey, yo haría lo que fuera por ti. Y te juro que si hubiese sabido todo antes...
— No quiero hablar de eso... y mejor ya déjame que se nos hace tarde.
— ¿A dónde iran? Al menos dime eso para saber dónde ubicarlos.
— Te paso la dirección cuando estemos, mi amiga me dijo que sería sorpresa.
