Capítulo 28 - 101 razones

2.9K 184 47
                                    

Pov Calle

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pov Calle

No sé cuánto tiempo estuve tirada en el suelo, no sé cuántas lágrimas había derramado. No podía reaccionar, escuchaba las voces de mis amigos, de mi hermana incluso la de mi padre, pero no lograban sacarme de aquel trance en el que había entrado, parecía mi mente que había tomado un tren sin boleto de regreso.

Como pudieron me levantaron y lo siguiente que vi fue el auto de mi hermana, subió Laura y luego yo a ese punto simplemente me dejaba llevar por la fuerza que ejercían sobre mí.

— ¡¿Qué fue lo que pasó?! –mi hermana preguntaba con desespero mientras conducía no se hacía dónde —¡Joder, Daniela! ¡¿Qué pasó?!

— Juliana, cálmate por favor, esto es lo último que necesita Calle –decía con voz serena Laura —Vamos al apartamento y a partir de ahí vemos que podemos hacer ¿sí? Sigue conduciendo por favor.

¿Al apartamento? ¿Será que ahí estaba mi peliazul? ¡MALDITA SEA! ¿Por qué tuve que permitir que todo esto pasara? Soy una estúpida, tenía que decirle desde un primer momento a mi novia todo, tenía que parar todo con Alexa.

Después de varios minutos estacionamos al frente del edificio donde vivía con mi novia, como pude salí del auto aún con la loca idea que ella estuviese ahí, caminé rápido hacia el ascensor.

— ¡Calle... espéranos! –escuchaba las voces de las dos mujeres, pero no me interesaban, presioné nuestro piso y dejé caer mi peso sobre la fría pared de metal.

Empecé a subir, inmediatamente la puerta se abrió y corrí hacia la puerta. Agradecí en aquel momento tener la llave en un bolsillo del vestido que llevaba puesto; escuché los ladridos de Ramón y eso me dio un rayito más de esperanza. Al abrir el corrió hacia mí, le di varias caricias y seguí...

— ¿Poché? ¿Amor? –silencio, recorrí el apartamento y no estaba. Solo estaban unas cosas sobre nuestra cama, unos regalos rodeados de flores y globos, me acerqué y vi una nota.

Hola amada mía, mi frutica. Sé que todos estos días han sido muy estresantes para ti, por eso quise consentirte. Estos regalitos son solo una muestra chiquitita de todo lo que te amo y de lo feliz que me hace estar contigo. Seguramente te preguntas ¿qué es todo esto? Pues, son 101 razones por las cuales estoy enamorada de ti. –Después te explicaré el porqué de ese número, es una historia muy graciosa- En fin, amor de mi vida. Éste día tengo planeado muchísimas cosas para ti, así que... ¿por qué no te volteas de una vez y me das un beso?

Las lágrimas caían sin ninguna vergüenza de mis ojos y teniendo como destino final aquella nota que sostenía en mis manos temblorosas, por inercia volteé rogando que todo lo anterior hubiese sido una pesadilla y ella estuviera ahí como lo había dicho, pero solo me encontré a una Laura y una Juliana agitadas y pendientes de mis movimientos.

Volví mi mirada a los regalos y empecé a abrirlos, la mayoría eran detalles que ella misma había hecho alusivos a nuestra hermosa historia de amor, otros eran cosas que me había comprado, cosas que sabía que yo quería desde hace mucho tiempo. Cuando llegué al último regalo, me sorprendí porque solo era un sobre, era una nueva nota.

Detrás de las Cámaras | Caché | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora