Capítulo 6 - ¿Qué sientes, María José?

5.3K 317 3
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Pov Poché


No podía creer lo que estaba escuchando, Calle me estaba confesando que sentía algo por mí, que le gustaba. El mundo daba vueltas a mi alrededor no lograba pensar con claridad. Su mano estaba encima de la mía, me apretaba con fuerza y yo solo miraba sus ojos, tratando de entender que estaba pasando. Todos en aquel parque parecían haberse desvanecido, los sonidos de la ciudad estaban en silencio.

— ¿Poché? –escuché una voz que me trajo a la realidad, parpadeé —¿Poché? –la voz era distinta a la de Daniela —¿Poché, estas ahí? -era mi hermana —¡Ay, Poché! ¿qué te pasa? –preguntó ella confundida, sacudí mi cabeza y me aclaré la garganta mirando la mano de Daniela en la mía. Mi primera reacción fue apartarme aún nerviosa por todo lo que acababa de pasar.

— Debemos irnos, Vale –fue lo primero que salió de mi boca, me levanté y al hacerlo Calle volvió a tomar mi mano esta vez con fuerza haciéndome voltear para verla.

— Tenemos que hablar, Poché. No te vayas así –sus ojos estaban llenos de lágrimas a punto de salir —Por favor, quédate.

— ¿Pero qué te pasa, Poché? ¿Qué les pasa a ustedes dos? –Vale no entendía nada de lo que pasaba.

— Vale, tenemos que irnos -le dije esta vez con más seguridad en mi voz. Daniela seguía sosteniendo mi mano y yo sentía mi cuerpo debilitarse al ver como sus ojos se cristalizaban cada vez más —Calle, mejor hablamos después –quité por completo su mano de la mía y le di la espalda.

Vale y yo caminamos hasta la avenida y detuvimos un taxi, ella se subió primero y justo cuando estaba por entrar miré a Calle, seguía sentada en ese banquito del parque, las lágrimas caían en sus piernas. Mi corazón se rompía poco a poco al verla así, deseaba correr y abrazarla, decirle que todo estaría bien pero no podía comprender lo que me había dicho, estaba tan confundida. Subí al auto y fuimos a mi casa, al estacionar bajé inmediatamente y caminé rápido a mi habitación, cerré la puerta al pasar y fui directo a mi cama.

Lloré tanto que los ojos ya estaban hinchados. Imágenes de Daniela no dejaban de repetirse en mi mente, no podía dejar de pensar en su sonrisa, en la forma que tenía de mirarme, en cómo me sentía cada vez que me agarraba de la mano.

«Debes sacarla de tu mente» me repetía mil veces y mil veces fallaba en el intento. Calle era en ese punto esencial en mi vida, no me imaginaba estar lejos de ella, pero tenía tanto miedo. Miedo a que todo cambiara, a que nuestra amistad ya no fuera la misma.

Valentina tocaba mi puerta, ella no sabía que pasaba o porque estaba actuando así. Le pareció muy raro que yo decidiera irme del parque y dejar a Calle entre lágrimas.

— Poché, ábreme la puerta –dijo tocando la puerta en el pasillo —No sé qué te pasa, abre la puerta por favor, estoy preocupada.

— Ahora no, Vale. No quiero hablar –mi voz sonaba ronca, cortada, como cuando tienes un nudo en la garganta que te oprime.

Detrás de las Cámaras | Caché | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora