Daniela Calle y Maria José Garzón empiezan una amistad a través del concierto de Justin Bieber, sus caminos se van trazando sin darse cuenta para estar juntas.
Pero varias situaciones que van pasando a través del tiempo pone a prueba la fuerza de s...
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Pov Narrador
La luz de neón tenue iluminaba aquellos cuerpos sudorosos, el silencio acogedor de la habitación estaba siendo testigo del acto más puro que puede haber entre dos personas. Entregarse sin miedos, sin reproches, sin ataduras; entregarse con los ojos cerrados, entregarse por amor.
La noche y aquella luna que se colaba por una de las ventanas eran el fondo perfecto para la escena que estaban viviendo Calle y Poché.
Las palabras no eran necesarias, su respiración aún agitada decía mucho más. Las miradas que solo ellas podían entender era su forma más sincera de comunicarse.
Calle acariciaba el cabello de su novia, sus dedos recorrían su rostro de la manera más delicada posible.
— Te amo –se oyó en un susurro, casi como un suspiro —te amo más de lo que imaginaba –le confesó a Poché mientras la abrazaba queriendo congelar el tiempo justo allí
— Soy tuya –supo responder, dejando un beso en sus labios.
Qué injusta fue la vida al no detenerse allí, pero era lógico que el tiempo siguiera su curso.
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Algunos días después
Pov Calle
Estábamos por terminar de grabar el video de los outfits para diciembre, era extraño estar ante la cámara en ese punto cuando ya éramos novias.
No queríamos decirlo aún, queríamos vivir nuestro amor sin tener que preocuparnos de opiniones de terceros. De vez en cuando se me escapaba un "mi amor" Poché tenía que editar y cortar esas partes.
Pero queríamos continuar con aquel proyecto de YouTube, que el canal siguiera creciendo. Por el momento solo eran casi 6 mil personas suscritas, sin embargo, a nosotras nos parecía demasiado.
Al finalizar la grabación, me quedé por unos segundos sumergida en los ojos de ella.
— No puedo creer que seas mi novia –dije casi sorprendida e incrédula. Ella sonrió y llevó sus labios hasta los míos
— Soy tu novia y te amo –me encantaba tenerla así de cerca, en esos momentos me sentía invencible, como si nada malo pudiese ocurrir.
El sol fue cayendo aquella tarde, en el cielo empezaban a aparecer las estrellas junto a esa luna amiga nuestra, testigo de la noche en la que nuestros cuerpos se volvieron uno.
Ya eran las 7:15 p.m. mientras esperaba que Poché terminara de preparar algo para comer, me senté en el sofá y comencé a revisar mi teléfono. Abrí un par de notificaciones que tenía, era desde twitter.
