Capítulo 47 - Con las ganas

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— Te necesito en mi vida, Daniela Calle –fue lo que salió de mi boca y de mi corazón.

Finjo que no sé, y que no has sabido

Finjo que no me gusta estar contigo 

Y al perderme entre mis dedos

Te recuerdo sin esfuerzo

— ¿Qué?... ¿qué dijiste? –preguntaba reincorporándose y encontrando su mirada con la mía.

Me moriré de ganas de decirte

Que te voy a echar de menos

— Que te necesito.

Con mis brazos rodeando su cuello la acerqué a mí para que sus labios se juntaran con los míos. Fue un beso cálido, suave. Un beso donde nos gritábamos lo mucho que nos extrañábamos.

La besé y ella me besaba.

La acaricié y ella me acariciaba.

La sentía y ella me sentía.

Nuestras lenguas volvieron a encontrarse después de tanto tiempo en ese beso que era consensuado, un beso permitido y lleno de amor.

Maldije el oxígeno ese instante por ser el causante de tener que separarnos.

Aún sin yo poder abrir los ojos, ella me acariciaba las mejillas, el rostro en su totalidad, repartía besos por doquier y yo me dejaba.

Notaba su felicidad, también notaba la mía.

— Dilo –murmuro en mis labios y yo sabía a qué se refería.

Despacio abrí mis ojos para verla a ella ahí, parada a centímetros de mí, abrazándome y amándome.

Seguía pidiéndome perdón con la mirada, lo sé.

— Te amo. Nunca dejé de hacerlo –respondí con total sinceridad. Ella volvió a besarme y yo gustosa acepté su boca. Nos fundimos en un nuevo beso lleno de tantas emociones que aún no puedo explicar, era para reafirmarnos que todo aquello estaba siendo real.

Pero una imagen se vino a mi mente de golpe.

Camila.

No era justo lo que estaba haciendo. No cuando ella había sido tan buena conmigo.

— Para –le pedí separando nuestros labios, ella se desconcertó por un momento.

— ¿Qué pasa, mi amor? –preguntó con cariño.

— Camila, ella no se merece esto, Calle –me sentía la peor al saber que la estaba engañando. Estaba haciendo lo mismo que Daniela me hizo a mí.

— Bebé, tú y yo nos amamos. Camila solo es u...

— Camila es mi novia, Calle. Y además trabaja para ti ¿lo olvidas? Tú la representas ¿sabes el problema que se va a armar cuando se entere de todo esto? –estaba nerviosa, preocupada y me alteraba más y más con cada segundo.

— Mi amor, una cosa es lo personal y otro lo laboral. Tú puedes terminar con ella y estar conmigo –proponía como si fuese lo más sencillo del mundo.

— Calle... ella probablemente va armar un escándalo tal que puede arruinar la imagen de tu empresa. Lo sabes.

— Eso no tiene por qué pasar así, Poché.

Detrás de las Cámaras | Caché | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora