Locked In [larry stylinson]

Capítulo 97. Why on earth.

Cuando entran a la habitación, muy apenas pueden mantener sus dedos lejos del otro. Louis camina delante de Harry, pero sus manos están unidas todo el tiempo, y cuando la puerta se cierra a sus espaldas, el castaño se gira, y prácticamente empuja al rizado contra ésta, aprisionándolo.

Ni siquiera un segundo pasa antes de que sus labios se encuentren con deseo, con el sonido de sus lenguas chocando llenando el lugar. Las ganas de arrancarse la ropa son palpables en ambos jóvenes, y rápidamente comienzan con ello. Louis se encarga de remover la chaqueta del rizado, con sus manos nerviosas moviéndose torpemente por el cuerpo del chico; éste lleva sus dedos al borde del jersey de Louis, y pasa la prenda por su cabeza, removiéndola rápidamente.

—Mierda, Styles— murmura contra sus labios —Quizá debería toquetearte en público más seguido— intenta besarlo de nuevo, pero Harry se echa hacia atrás.

—Quizá si— murmura de vuelta, y lo rodea por la cintura, empujándolo hacia atrás con cuidado; unos pasos después, lo levanta sin problema, para dejarlo sobre la cama con un poco de rudeza. Una vez que el castaño está tendido sobre el colchón, Harry comienza a besarle el cuello y el pecho, arrancando suspiros de la garganta de Louis, acompañados de jadeos suaves que no hacen más que excitar más al menor.

Pasan la noche entera en la habitación. Y al día siguiente, ambos duermen hasta muy tarde, ¿cómo no? Si aún después de haber hecho el amor, les tomó un par de horas lograr conciliar el sueño.

Pero cuando despiertan, Louis busca encerrarse entre los brazos de Harry, y éste lo recibe con gusto, usando su cuerpo entero para atraparlo y no dejarlo ir.

—Harry...— llama el castaño, y el menor hace un sonido gutural para hacerle saber que tiene su atención —¿Puedo preguntarte algo?

—Si, seguro— murmura, ligeramente adormilado, con su cabeza presionada contra la sien del castaño.

Louis se aleja, sentándose, para asegurarse de que el rizado esté realmente atento a la conversación —Siempre...— encoge sus hombros, jugando con los dedos ajenos —No sé, siempre quise saber qué pasó con tu papá y... porqué rechazabas tanto a tu... tu mamá.

—Oh— frunce el ceño, lame sus labios —Bueno...— imita la posición del castaño.

—No tienes que decírmelo si no quieres— se apresura a aclarar.

—No, no, está bien, lo entiendo, pero...— ríe nerviosamente —...creo que tendría que hablar desde... hace muchos años... si es que tienes tiempo.

—No lo sé... tengo planes para agosto, necesito una respuesta hoy— exclama con tono de villano, pero riendo ligeramente.

—Por supuesto que si— corresponde a su risa —Está bien, te diré sobre esto.

—¿Seguro?— pregunta, preocupado de estar forzándolo o darle la impresión de que tiene que hacerlo.

Asiente con la cabeza —Mi madre y mi padre se casaron— comienza —Ellos estaban enamorados, pero vivían en un mundo complicado, donde las familias compiten y los amigos traicionan... mi padre no era de ese mundo, él conoció a mi mamá siendo su chofer, pero las cosas se dieron.

—¿La riqueza lo cambió?

Se encoge de hombros —No lo conocí cuando no era un imbécil— hace una pausa —Desde que tengo memoria, papá estaba en casa más que mi madre, pero nunca pareció estar feliz... no parecía que tener un hijo fuese parte de sus planes cuando se casó con ella... a veces ella estaba en casa, y mi padre se iba a trabajar por semanas, se turnaban o algo así, pero en general pasé mayor parte de mi infancia con él.