Locked In [larry stylinson]

Capítulo 91. Love me.

—No puedo creer que tenga que tomar un curso— murmura Louis, con sus piernas abrazadas a su pecho y su rostro presionado con sus rodillas.

—Es obvio, si vas a un colegio nuevo.

—No, no es obvio, esos cursos son para los de primer año, no para los de nuevo ingreso.

—Louis...— suspira pesadamente, gira el automóvil y el castaño se estrella contra la puerta, por lo que mira a Harry con reclamo, quien se encoge de hombros sin darle importancia —Siéntate bien.

El mayor rueda los ojos, y hace lo pedido con irritación —Estás siendo molesto.

—Bueno, no es muy placentero que siempre te quejes de todo.

—No me quejaría si las cosas no fuesen tan malas.

—Es un curso y ya está, exagerado, no es la gran cosa.

—Es una semana entera antes de iniciar clases, como si no hiciese suficiente con ir al colegio.

—Créeme que no le haces un favor a nadie.

Louis rueda nuevamente los ojos —Esos cursos son completamente inútiles, ir a uno no me hará estar menos perdido el primer día.

—Demonios, ¿ahora qué propósito tendrá ese curso si no es ayudarte a ti?— se detiene afuera del colegio del castaño. Es más pequeño que el colegio Rovers, pero tiene mejor apariencia.

—Tengo mejores cosas que hacer que venir a un curso donde me explican con diapositivas lo que ya me explicaron cuando hice el jodido examen de admisión.

—No es eso, Louis, lo sabes bien, solamente te gusta llevar la contraria y reclamar por cualquier cosa.

—Y a ti te gusta actuar condescendiente conmigo como si fueses algún tipo de ser superior.

—No voy a simplemente escuchar tus berrinches como si tuviesen sentido.

—No seas un odioso, Styles, no quiero ir y no tienes que ser un idiota por ello— abre la puerta, con intenciones de bajar del automóvil.

—Tú estás siendo un idiota por ello.

Con un pie en la acera, se gira para responder —Yo tengo derecho ya que soy quien estará ahí adentro perdiendo el tiempo seis horas al día.

—Bueno, yo soy quien te trajo hasta acá, ¿no?

—Gracias por ese favor— exclama con sarcasmo —Vete a la mierda y por favor no me recojas— se baja finalmente, dejando la puerta abierta, dirigiéndose a la entrada del colegio sin mirar al rizado ni una vez.

Harry rueda los ojos, y se inclina sobre el asiento del copiloto para cerrar la puerta. Mira por el espejo retrovisor, y ve a Louis haciendo fila, detrás de dos jóvenes que esperan pacientemente a que el guardia revise sus papeles; mientras tanto el castaño usa sus manos temblorosas para buscar los documentos necesarios en su mochila. Pasan un par de minutos antes de que llegue el turno de Louis, muestra los papeles e ingresa al establecimiento sin mayor problema, el rizado entonces inicia el motor, dejando el colegio atrás.

Realmente no entiende a Louis. No entiende porque siempre tiene que quejarse y molestarse con todo. Es decir, hay una razón por la que las cosas necesarias son necesarias, aún cuando no entiendas dicha razón, aún cuando te parezca estúpida. Harry piensa que si hay que hacer algo, se hace y ya, no se cuestiona como si estuviesen pidiéndote entregar tu vida.