Locked In [larry stylinson]

Capítulo 46. Chicken out.

Niall se queja demasiado con Harry poque este no quiere hacer una fiesta de cumpleaños.

Se ha quedado a dormir a la habitación del rizado un par de veces desde que vio a Louis, y aunque no le ha sido posible encontrárselo mientras está ahí, si ha podido notar como de vez en cuando algunas cosas están en un lugar distinto, y por alguna razón Niall sabe que no es Harry quien hace dichos cambios.

—Niall, tengo partido— se escuda el rizado el sábado previo a su fecha de cumpleaños.

—Tu cumpleaños es mañana, no hoy.

—Estaré cansado.

—¿Facebook sabe que mañana es un día especial?

—Si, lo sabe— sonríe —Ya basta, debo irme al colegio.

—Aguarda, también quiero ir— se apresura a ponerse los zapatos —¿No te parece un poco raro? La semana pasada jugaron en Rovers como locales, y ahora jugarán ahí como visitantes... ¿sólo a mí no me hace sentido?

—Si— afirma, y toma su casco —Vámonos ya.

Van en silencio en el carro durante algunos minutos, hasta que Niall se decide por hablar.

—¿Has hablado con Louis?— suelta de repente, y el rizado casi sale del carril ante esa pregunta.

—No— suspira, pero suena más como un gruñido —¿Por qué habría de? Ya no somos compañeros de equipo.

El rubio se encoge de hombros —Pensé que, tal vez, aún eran amigos o algo— lo mira de reojo, intentando sonar indiferente, casi tanto como Harry pretende estar neutral —¿Ha ido al dormitorio?— inquiere, aunque él sabe muy bien la respuesta.

—Nunca fuimos amigos, y no, no ha estado en el dormitorio desde que se fue del equipo— el deje de molestia en su voz sorprendería a Niall, si no fuese porque ha estado observando durante días sus patrones de comportamiento, y se ha dado cuenta de que Harry se molesta ante la vaga mención del castaño, y de que éste lo está evitando.

—De acuerdo— suelta con simpleza —Quizá lo encuentres aquí.

—No lo estoy buscando, Niall— aclara —Se fue y eso es todo, ya deja el tema.

—Está bien— nuevamente, el silencio llena el lugar —Una última cosa, escuché que llegó al promedio que necesitaba, así que su beca está a salvo... por si tenías duda.

Harry intenta no sonreír, pero lo hace —¿Y eso tú cómo lo sabes?

—Contactos— responde sencillamente, y no vuelve a abrir la boca en lo que queda de camino.

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—Maldita sea— farfulla Louis cuando llega a su colegio, y se encuentra con un mar de gente usando jerseys de futbol. Evidentemente habrá un partido. Se reclama mentalmente por haber elegido justamente esa noche para realizar los trámites que le hacen falta.

—Me tomará tres días llegar a las oficinas— lloriquea para sí mismo, comenzando a abrirse paso entre la multitud —¿Por qué nadie me advierte sobre estas cosas?-

Sigue caminando y empujando gente por algunos minutos, hasta que llega a su objetivo.

Las becas académicas son una mierda. Demasiada presión, todo el semestre. Louis tiene sólo dos parciales para subir su promedio de ocho a uno de nueve, significando esto que debe sacar al menos nueve y medio en ambos parciales, cosa que de solo imaginar le hace querer golpear su cabeza contra la pared.

Aún no lo admitirá en voz alta, pero definitivamente volverá al equipo y a la beca deportiva el próximo semestre, porque no hay forma de que pueda lidiar con ese tipo de estrés.