Capítulo 33. Screw yourself.

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Acaban de hacerlo.

Louis se prometió no volver a tener sexo con Harry. Se prometió no responder a sus insinuaciones, y mucho menor insinuarse de vuelta. Sobretodo, se prometió no dejarse llevar por el deseo.

Es complicado. Porque antes de hacerlo, lo desea. Antes de llegar al punto en el que están ahora, Eleanor se mantiene muy lejos de sus pensamientos... todo se mantiene lejos, excepto Harry y las ganas que tiene por quitarle la ropa y besarlo. Es hasta que han terminado, que cae en cuenta de que no debería desearlo tanto.

Pero aquí está ahora. Desnudo en la cama, haciendo de cuchara pequeña con Harry, mientras este reparte besos suaves por su cuello y espalda.

—Esto está mal— susurra. Los últimos minutos han estado en silencio, y el único sonido presente es el que hacen los labios del rizado al tocar la piel del mayor. Louis se ha dedicado a dos únicas cosas: darse cuenta de que los besos de Harry son su perdición, y pensar en su novia, ya que no puede creer que le ha sido infiel nuevamente.

—Mhm— lo ignora, y sigue en su tarea de llenarlo con besos; incluso, lleva su mano derecha al pecho del mayor, rodeándolo en un abrazo posesivo. Acaricia sus pezones, intentando excitarlo de nuevo.

—¡Harry!— dice entre gemido y reclamo. Se gira con rapidez, encontrándose al menor, que ha seguido su rutina de besos en el hombro del mayor.

—Te preocupas demasiado— lo toma por la barbilla con su dedo índice —Es sólo diversión— murmura, mirándolo directamente a sus asustados ojos. Entonces, se inclina para besarlo; un beso que inicia en un suave roce de labios, y después se convierte en una brusca pelea de bocas. Suben la intensidad, y Harry aprisiona el cuerpo del mayor debajo del suyo, sin dejar de besarse.

—Basta— murmura el mayor a penas puede, detiene el beso —Harry, basta— repite, y aunque el menor deja de intentar besarlo, mantiene una considerable cercanía —¡Ahora!— exclama, y finalmente logra que se aleje.

—Esto se vuelve raro si te vas a sentir culpable cada vez que terminemos— vuelve a su lugar sobre la cama

—¡Es raro de cualquier forma!— exclama

—Hoy en día, todos engañan.

—Yo no— busca por el suelo, y la única prenda que alcanza con su brazo sin salir de la cama es el largo jersey de Harry, que es mucho más grande que el propio. Toma la prenda, y se la pone para salir de la cama. Se dirige con rapidez a la suya, y se cubre con las sabanas rápidamente, evitando que Harry vea su cuerpo. Se recuesta sobre la cama, envuelto en las sabanas, dándole la espalda al rizado.

—Te vi y te dedeé hace unos minutos, no hay algo de ti que no conozca— dice con sarcasmo.

Y aunque no se lo deja saber, Louis no puede evitar sonreír.

Pero el celular de Harry comienza a sonar. El mayor frunce el ceño y se gira para mirarlo, mientras el rizado lee el nuevo mensaje; después se pone de pie y se viste con rapidez, buscando ropa limpia por todo el armario.

El castaño sigue mirándolo con confusión —¿Qué ocurre?— lo mira desde abajo.

—Taylor quiere que nos veamos— se coloca los jeans, y Louis casi lo mira indignado.

—Espera, ¿qué?— se sienta de golpe —No podemos salir, castigo ¿recuerdas?

—No veo a Shan o a Roger cerca, ¿tú si?

—¿En serio?— dice, aún más indignado.

—Si, eso, tengo que ir— se pone sus botas con rapidez.

Locked In [larry stylinson]Where stories live. Discover now