Capítulo 35. Suck me up, Amsterdam.

454 29 4
                                    

—¿Por qué tengo tanto equipaje, en comparación contigo?

—Porque eres un vanidoso.

—O porque tú eres un andrajoso— el rizado rueda los ojos con una sonrisa —Pero siempre hay mejor...

—Tranquilo— cubre la boca del rubio con su propia mano, y lo atrae a su cuerpo, mientras acaricia su cabello con la otra mano —Estarás bien, no hables más.

Niall avienta a Harry —¿Eres tonto?— el rizado se encoge de hombros —Si no quieres oírme, puedes decirlo, no tienes que recurrir a la violencia— finge ofensa, y se echa hacia atrás en su silla.

—Anda, ve a comprar de esos dulces raros que venden en los aeropuertos.

—¿De los ácidos que te cortan la lengua?

—Si, ¿por qué no?

—Ven conmigo.

—Alguien debe cuidar las maletas.

Niall le muestra su dedo medio y se pone de pie, camino a alguno de los locales dentro del lugar. En realidad, sus "maletas" se reducen a tres mochilas: dos de Niall y una de Harry.

Su móvil suena, indicando que ha recibido un mensaje.

"¿Me vas a traer cannabis de Amsterdam? o:"

¿Cómo sabes que voy a Amsterdam?

"Niall me dijo"

¿Estuviste investigando con mi, imposible de callar, mejor amigo?

"No"
"¿Si me traerás?"

Sólo si es para demostrarme que tan estimulado te pones bajo sus efectos.

"¿Me estás tratando de coquetear? Es injusto aprovecharte de que serás tú quien lo traiga".

El hecho de que sea posible consumirla allá no significa que pueda viajar con ella.

"Gracias" sentencia con un emoji mandando un beso, el cual Harry ya no responde.

—Cómete uno o mejor no te subas al avión conmigo— dice el rubio volviéndose a sentar junto a él, abriendo la bolsa de dulces con tono molesto.

—Dame— extiende su mano frente a él, y el rubio le vacía un par de círculos de goma.

—¿Quieres decirme por qué Louis estaba tan insistente en saber a dónde viajas?

—¡Lo sabía!— exclama —Si, ¡lo sabía!

—¿Qué sabías?— se aleja —¿Por qué gritas? Estoy aquí.

—Nada, nada— niega con la cabeza.

—¿Me dirás?— insiste después de unos segundos, bate sus pestañas.

—Sólo que es un metido.

—Ajá— rueda los ojos —¿Y qué es lo que sabías?

—Que no se lo dijiste por gusto, más bien te preguntó aprovechándose de tu gran boca.

—¿Gran boca?— exclama —¿Sabes qué? No te voy a responder, he tenido suficiente con tus insultos.

—No son insultos— lo rodea por los hombros —Son hechos, que te digo con todo cariño.

El rubio lo empuja —Vámonos, el avión ya va a salir— toma sus dos mochilas y se aleja.

Harry ríe, y lo sigue.

Locked In [larry stylinson]Where stories live. Discover now