Locked In [larry stylinson]

Capítulo 22. Aftermath

Louis había estado pensando en eso todo el día. Y es que, no podía engañarse, el rizado tenía dominadas varias áreas de su vida.

Y quizás era un deseo que ya había cumplido, un desliz que finalmente hizo realidad. Pero, ¿qué debía hacer ahora? Las cosas con su compañero de habitación estaban bastante incómodas.

No incómoda en el sentido de "besé a un chico cuando se supone que estoy enamorado de mí novia", eso habría sido fácil de llevar. La situación, sin embargo, era incómoda en el sentido "besé a un chico que hace mucho quería besar, y ahora sólo quiero besarlo de nuevo".

Evita a Eleanor durante toda la jornada escolar, porque no sabe qué decirle (¿debería, siquiera, decir algo? ¿Sonará en su voz que le está ocultando algo?).

Para colmo, es lunes, el único día de la semana en que el equipo no entrena, y deben ir al edificio en cuando las clases terminen... En otras palabras, Louis tendrá que estar toda la tarde en un cuarto de cincuenta metros cuadrados junto a la última persona que besó, y la primera que quisiera besar.

No piensa en ello. Se concentra en ignorar el problema, esperando que eventualmente desaparezca, porque tiene que hacerlo ¿no? Nada dura para siempre, incluyendo los problemas.

El autobús que va a llevarlos al edificio se encuentra estacionado fuera del Colegio Rovers, y ya se encuentra ocupado por los jugadores pertenecientes al colegio rival.

Se sube, solo. No sabe porqué los demás integrantes del equipo tardan tanto en llegar... Bien, sí que lo hace, pues normalmente él es el último en llegar, ¡pero le molesta que tarden tanto cuando él ya quiere irse!

Los asientos en el fondo están, como de costumbre, vacíos. Así que decide ser el primero en ocuparlos. En su camino, saluda con un asentimiento de cabeza a Luke y Ashton, que son los que más atrás se encuentran, pero aún así no están más allá de la mitad del autobús. Localiza a Harry con la mirada, quien tiene los audífonos puestos, lee un libro mientras mantiene la espalda apoyada en la ventana. Y al encontrarlo distraído, se permite mirarlo un poco más, y se pregunta si alguna vez ha mencionado cuanto le gusta el uniforme de esa escuela de pijos.

Camisa azul celeste, con pantalones tipo jeans, un saco negro y una corbata azul marino. Es simple, pero a Louis siempre le ha encantado la idea de usar uniforme. Así que malditos sean los padres de Harry, que hicieron al rizado tan perfecto para el atuendo del colegio al que decidieron inscribirlo. Y que Harry deshaga el nudo de la corbata para dejarla sobre sus hombros y desabroche los primeros botones de la camisa mostrando sus clavículas, definitivamente no ayuda a la atracción que está sintiendo por él.

Aprieta los ojos, y vuelve al mundo real. Sí, quizás le encante el uniforme, y quizás le encante como se ve en el rizado, eso no importa, ambas son cosas ajenas a él.

Saca su móvil de la mochila, y responde todos los mensajes que ha recibido en el día. Ha estado tan distraído, que ni siquiera había tomado el celular. No le sorprende ver mensajes de Zayn, Eleanor y Taylor, todos con diferentes horarios, pero con preguntas similares, "¿dónde estás?" "No te he visto en todo el día" "¿Estás en el colegio o faltaste a clases?" "¿Por qué no respondes los mensajes?" Rueda los ojos, y simplemente los elimina todos. Siempre ha odiado que la gente sienta autoridad o derecho suficiente como para cuestionarlo, y si hay algo que no puede soportar, es qué le pregunten ¿por qué...?"

¿Por qué no hiciste el proyecto? ¿Por qué no me contestas? ¿Por qué no vas a ir a la fiesta?

Louis golpearía a cualquiera que haga esas preguntas, si no fuese por su gran autocontrol.