Capítulo 31. Not-that-happy France.

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A penas llega al aeropuerto, Harry ve una cabellera castaña a la distancia, una imposible de ignorar para él. Tiene un gorro rosa pálido, y las largas uñas negras que suben para acomodarlo le confirma sus sospechas.

—¡Hijo!— escucha la voz de su madre. Después, ve esa cabellera acercándose a él con rapidez.

—Hola, mamá— le sonríe, y la mujer le da un beso en la mejilla que él no tarda en corresponder.

—¿Qué tal las clases?— sonríe, e intenta tomar la mochila de su hijo.

El rizado le indica que está bien, que el puede llevarla —Todo bien, manteniéndome.

—¿No es grandioso que pude venir a recogerte? Hubo una emergencia y tuve que salir a recoger una importación de telas, y aproveché para escaparme un rato.

Harry sonríe forzadamente —Si, genial.

—¿Alguna novedad?— pregunta después de unos momentos de silencio —¿Que hay de nuevo en el fútbol? Oh ¿cómo está Niall? Hace mucho no lo veo.

—El futbol está bien, y Niall también... le han quitado el aparato de los dientes, y ahora usa lentes de contacto... no más gafas.

—¿Usaba aparato?— pregunta confundida —Wow, ha pasado más tiempo del que pensé.

—No te imaginas— murmura, con cierto recelo.

La última vez que su mamá vio a Niall fue hace cuatro años. Faltaban pocos días para el cumpleaños de Harry, y su mamá estuvo en Londres debido a un retraso en su vuelo a Madrid, por lo que decidió darle una fiesta adelantada a su hijo.

Por supuesto, el rubio estuvo ahí. Pero debido a la rapidez con que todo se organizó, Liam no pudo asistir, y es por esto que la señora Styles ni siquiera lo recuerda (para hablar de la última vez que ella lo vio, habría que remontarse a la época en que los chicos apenas alcanzaron los dos dígitos).

—Seguro se ve muy bien— concluye.

El rizado ríe quedo —Demasiado.

—¿Que hay de nuevo contigo?— insiste.

—No hay nada nuevo.

—¿A dónde quieres que te lleve? La cafetería de siempre cerró, pero escuché que en su lugar pusieron una especie de tienda folklórica.

—En realidad, quisiera ir a descansar un poco, ya es algo tarde— suben al auto de la mujer, donde el chofer ya aguarda por ellos.

—Bien, entonces te llevaremos a casa ¿sí?

El rizado asiente en acuerdo.

Todo el camino a la residencia de los Styles, se va entre llamadas telefónicas y sonidos de notificación en los teléfonos.

"¿Me traes una tarta de esas de manzana que siempre compro? (:" recibe un mensaje de Niall.

"No" responde, pero ambos saben que eso en realidad significa "si". Rara vez Harry le niega algo a Niall.

Cuando llegan al lugar, el rizado murmura un "hasta luego", ya que la mujer se encuentra en una llamada telefónica.

—Te llamo más tarde ¿de acuerdo?— dice su madre, tapando el micrófono del teléfono con su mano.

El rizado asiente, y se despide de su madre con un beso en la mejilla.

Baja del auto rápidamente, y llama a la puerta. Una de las chicas de limpieza abre, y lo deja pasar de inmediato.

Locked In [larry stylinson]Where stories live. Discover now