Capítulo 37. Do not play.

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—Él no me agrada— murmura mirando a uno de los chicos nuevos, que corre con una sonrisa.

—¿Debería preguntar por qué, o es otra víctima de tu odio sin sentido?

—Deberías decir que a ti tampoco.

—A mí me agrada.

—Exacto, así, sólo que olvidaste el "no".

—No, coma, a mí me agrada.

—No, no, mira, el "no"debe ir antes del "me".

—Oh— finge finalmente haberlo entendido —Ya, mira— aclara su garganta —Tú no me agradas— sonríe orgulloso —¿Así?

—¿No tienes algunas abdominales que hacer?— farfulla después de haberlo mirado molesto por algunos segundos.

—100 faltantes, las hacia hasta que decidiste venir a molestarme.

—Entonces, sólo para aclarar, puedo hablarte siempre y cuando esté desnudo, de otra forma no te interesa.

—Sexo sin sentido ¿recuerdas?

—Maldita sea, pero no tan literal.

Harry ríe cortamente —Está bien, Louis, ¿por qué no te agrada?— apunta al espacio de pasto libre a su lado, indicándole que se siente y haga los ejercicios.

El castaño se sienta pero, a diferencia de Harry, simplemente se queda sentado sin hacer la actividad en lo absoluto.

—Está bien, estaba entrando a los vestidores... los cuales están terriblemente descuidados en este colegio— acusa —Cuando me golpea con su mochila— suspira —"¡Oye, ten más cuidado!"— dice, claramente imitando la voz del jugador. Imita una voz grave y molesta.

—Y en serio esperas que yo crea que solamente te quedaste callado y lo dejaste ir— eleva una ceja —O que no lo provocaste antes.

—¡Lo juro!— exclama —Lo segundo, juro lo segundo, ¡yo no le dije una palabra! Simplemente iba entrando y su mochila me golpeó-.

—¿Lo primero?

—Obviamente no, ni siquiera al FBI le dejaría meterse conmigo injustamente— le dice como si fuese algo obvio.

Pasan unos minutos en silencio, y Harry detiene sus ejercicios para mirarlo expectante.

—¿Me vas a decir que hiciste?

—Lo tomé por la mochila y le dije que si tiene algún problema conmigo puede decírmelo de frente, y que es un idiota, pero se fue sin decir nada... casi me tropecé porque fue muy brusco conmigo.

—¿Muy brusco contigo?-

—Usó mucha fuerza.

—Porque tú eres tan delicado— dice con sarcasmo.

—¿Puedes dejar de molestarme? No fue un buen primer encuentro y eso me hace no querer un segundo.

—Está bien, no tiene porqué haber un segundo— finalmente deja de hacer abdominales, y se sienta recargado en sus codos —Claro, quitando las miles de veces que deberás verlo durante partidos, entrenamientos, y quizás incluso te lo topes durante clases... aparte de eso, no hay razón para tener un segundo encuentro.

—¿Tanto te cuesta estar de mi lado? No pido mucho, una vez que me des la razón en algo sería suficiente— mira hacia el frente —Te faltaron diez— dice aún sin mirarlo.

—¿Llevas mi cuenta pero tú no las haces?— responde con una ceja alzada. El mayor se encoge de hombros, y sigue mirando a sus compañeros en el campo —¿Cuántos son?

Locked In [larry stylinson]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant