Capítulo 69. Unable.

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Harry está en la cama, mirando hacia arriba cuando Louis atraviesa la puerta. No recibe una mirada, y después de unos segundos puede notar que el menor está dormido. Y al notar lo lastimado que está, solamente siente más y más culpa. Pero ya no hay nada que pueda hacer. Solamente esperar que las cosas mejoren en algún punto.

El colegio le aguarda al día siguiente.

—¿Irás al colegio?— pregunta, después de haber despertado con una maldición por parte de Harry, reclamándose en voz alta por no haber apagado la alarma.

Niega con la cabeza.

—¿Te sientes bien?

Niega nuevamente con la cabeza.

Suspira pesadamente —¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte?

El rizado lo mira, y Louis se da cuenta de que es la primera vez que lo hace desde el viernes. Y su pecho duele, porque no cree ser capaz de alguna vez perdonarse, y mucho menos cree que Harry llegue a perdonarlo.

Contra su orgullo, el chico asiente —Tengo hambre.

—¿Si?— sale de la cama —¿Quieres algo de comer?— el rizado asiente, como no queriendo hacerlo —¿Cómo que? ¿Dulce, salado?— se aproxima a la puerta —¿Algo en específico?

Se encoge de hombros —Lo que haya.

Asiente con la cabeza, y sale de la habitación con apuro, en pijamas y descalzo.

Un poco más tarde, regresa con algunas cosas entre sus brazos, y Harry tiene que esforzarse demasiado para no sonreír ante la imagen del chico abriendo con torpeza la puerta, maniobrando para no dejar caer los alimentos.

—Hay fruta— lo deja todo en el buró en medio de ambas camas, empujando despreocupadamente lo que hay ahí —Y jugo, café, tostadas, galletas, tocino... Aunque ese está crudo, así que no lo traje.

—Gracias— se endereza con cuidado, quedando sentado, recargado contra la cabecera.

—No hay de qué— murmura, alejándose, pero sin dejar de mirarlo.

El chico toma una manzana, y comienza a comerla, ignorando la presencia del castaño, quien después de unos minutos termina por ingresar a la ducha, pues debe prepararse para ir al colegio.

Cuando vuelve a entrar en la habitación, Roger ya está ahí, hablando con el rizado.

—Mhm... Hola— dice, incómodamente, pues no tiene encima nada más que una toalla atada a su cintura.

—Hola, Louis— responde el hombre, y sigue hablando con el menor —Tienes que decirme que fue lo que ocurrió, Harry.

—No importa, sólo necesito un tiempo fuera... Y obviamente no terminaré la temporada— agrega, triste.

—¿Cuánto tiempo es de reposo?

—Dos meses.

Louis gira su cabeza con asombro, ¿dos meses? Jamás imaginó que los daños fueran de tal gravedad. Presta más atención, esperando escuchar que fue lo que le hicieron al rizado.

—¿Dos..?— lo mira, incrédulo —Harry, eso es demasiado, ¿qué te dijeron en el hospital?

—Ya te dije.

Locked In [larry stylinson]Where stories live. Discover now