Capítulo 48. I'm all that.

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Harry se quedó sentado, mirando a la cama de Louis, hasta que escuchó al autobús del equipo llegar.

Se sorprende cuando, después de un rato, puede oír al motor del vehículo alejándose, y ninguno de los entrenadores subió a regañarlo. Lo agradece, sin embargo.

—Maldito seas, Louis Tomlinson— murmura por millonésima vez —Te vas, como si hubiese un reemplazo para ti— sonríe con sarcasmo —Claro, como si pudiéramos reemplazarte— muerde su labio, como ha estado haciendo por dos horas, sin entender porque siente tanta ansiedad.

En realidad, no entiende nada de lo que está haciendo. No entiende nada de lo que está diciendo, ni por qué lo está diciendo. Solamente sabe que Louis Tomlinson es un egoísta por irse así como así, como si eso no fuese a dejar un vacío en la alineación del equipo, como si eso no fuese a dejarle más responsabilidad como único quarterback.

Se entera más tarde, gracias a Charlie, de que, en efecto, sufrieron una derrota. Un 32-28 fue el resultado final, significando esto que no irán a la semifinal, y mucho menos tienen permiso para dejar de vivir en esos dormitorios.

Pensándolo bien, Harry no está tan mal ahí. Es decir, si, está solo en ese cuarto, pero al menos puede ir a la sala de estar y encontrarse con chicos de su edad pasando el rato; en su casa está solo en su habitación, y solo en general, porque nunca hay nadie más que la servidumbre yendo de un lado a otro haciendo Dios-sabe-que. Su madre siempre está de viaje; de hecho, se irá de nuevo el jueves, porque tiene que firmar unos contratos en Los Ángeles, y las playas de California siempre sugieren que te quedes más tiempo del necesario en su territorio. Así que, al menos por el siguiente mes, su madre será una voz a través de una bocina de teléfono.

—¿Qué le has hecho a Niall?— el rizado contesta la llamada de Liam para oír esas palabras como saludo.

—Bueno, hola— bufa —Nada, tuvimos una pequeña discusión y él... no sé, él quiere escuchar algo que no entiendo.

—Bien— responde con simpleza —Está muy molesto, pero ustedes siempre se han arreglado a su manera, así que no me involucraré— suspira —Apúrate, por favor, el niño me está volviendo loco.

—Intentaré descifrar lo que quiere que le diga, y entonces te lo quitaré de encima— sonríe para sí mismo —Aguanta un poco, Nall no te herirá.

—Eso espero, o tú pagarás las consecuencias— la voz del rubio en el fondo hace reír al rizado, porque seguramente está reclamándole a Liam por haber hecho esa llamada y por hacerle saber al rizado que aún está molesto, o por decirle dónde se encuentra.

—Entendido— murmura, con una sonrisa débil dibujada en sus labios.

—Pero es en serio— insiste Liam —Es mi amigo y todo pero es una molestia.

—Oh, por favor, si es un encanto— se burla —¿Ya le preguntaste sobre la cultura alimenticia americana? Tiene un buen discurso sobre ello.

—Harry Styles no seas un idiota.

—Pregúntale— exclama, antes de colgar.

Deja el teléfono sobre el buró que hay entre ambas camas, y se decide a dormir, porque apenas es lunes, pero el cansancio que siente es equivalente al de un año entero.

Cuando se aparece en el entrenamiento al día siguiente, Roger lo mira con semblante de desaprobación, regañándolo en silencio con solamente sus molestos ojos. Harry pasa rápidamente hacia las bancas, evitando hablar con él o con Shan, porque no tiene energía para lidiar con un regaño.

Locked In [larry stylinson]Where stories live. Discover now