Capítulo 49. Never let go.

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El jueves en la madrugada, Harry está en el aeropuerto, esperando junto a su madre a que el avión esté listo. El avión privado de los Styles está guardado en el aeropuerto de Londres, y ambos deben esperar a que el piloto y el servicio de despegue den la indicación.

Son las cuatro de la mañana, porque Anne debe llegar a Los Ángeles antes de media noche, y no quiere arriesgarse a perder demasiado tiempo. Ambos están dormidos en las sillas, esperando por la señal.

—Harry— llama la mujer, intentado no asustar al rizado —Hijo— insiste, y el chico despierta, para encontrarse con el rostro recién despertado de su madre.

—¿Ya está?— pregunta, estirándose en la silla.

—Ya— ríe quedamente —Ya tengo que abordar.

—Muy bien— sonríe —Me avisas cuando llegues.

—De acuerdo— asiente la mujer, y envuelve al chico en un abrazo —Cuídate.

—También tú— se aleja, le sonríe una vez más —Me iré ahora, para llegar al colegio.

La mujer ríe de manera corta —De acuerdo, hasta luego— despide con la mano, y sube las escaleras del avión, mientras que un asistente sube sus maletas. Harry aguarda a que las puertas del vehículo cierren, y entonces se dirige al estacionamiento, para subir a su auto. Llega al dormitorio algunos minutos después de las cinco, y decide que aún puede dormir una hora y aún así llegar a tiempo al colegio. Así que lo hace.

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—¿Qué pasa?— pregunta Louis apenas llega a la mesa y nota el ceño fruncido de Taylor.

—Me llegó un mensaje muy raro de Harry.

—¿Si?— intenta fingir desinterés, pero simplemente no puede —¿Por qué raro?

—Sólo dice "mamá fue en el avión y debo ir al cajón. Adiós, nunca más, hoy no voy"

Louis frunce el ceño —¿Cómo?

—No entiendo— suspira la chica, pero termina por encogerse de hombros y sonreír —Ya me explicará cuando nos veamos.

Los demás siguen hablando entre sí, en su intento de decidir a dónde ir, pues es el jueves que marca el final de la temporada de exámenes y eso es algo que debe ser festejado, pero Louis no deja de pensar en Harry y en lo que ese mensaje podría significar.

Es hasta que, una idea desafortunada lo golpea, y debe ponerse de pie para evitar los escalofríos que recorren su espalda —Tengo que ver a Shan— toma su mochila, sus dedos temblando ligeramente, y se apresura a llegar al campo, ignorando las preguntas de sus amigos. Una vez que llega a la cancha, busca desesperadamente con la mirada a Harry, sin éxito alguno. No le queda más remedio que acercarse a los entrenadores.

—Louis— sonríe Shan —¿Finalmente nos harás el honor de volver al equipo?

—¿Dónde está Harry?— ignora el cuestionamiento sarcástico del entrenador.

—No fue al colegio y no vino aquí... no sabemos, si te soy honesto, ¿por qué?

—No, no, no— murmura para sí mismo, dándose la vuelta y apresurándose a salir del lugar. Revisa en los contactos de su teléfono, buscando los números que podrían serle útiles. Es su segunda opción la que finalmente contesta, después de haber llamado a la residencia Styles, donde nadie atiende.

Locked In [larry stylinson]Where stories live. Discover now