Capítulo 24. Messier.

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Louis toma nota de todas las fechas importantes. Exámenes, proyectos, retroalimentación. Todo aquello que le daría razones para preocuparse un día previo. Si bien, de vez en cuando realiza garabatos sencillos en la esquina de la hoja (como las reliquias de la muerte o un sable de luz), no se pierde ni un dato importante.

Al final del día, llega con apuro al autobús de los futbolistas. Sube corriendo, pues se le hizo tarde gracias a que se detuvo a comprar una hamburguesa en la cafetería del colegio. Siempre termina la jornada con demasiada hambre, y los viernes las hamburguesas tienen un descuento para estudiantes, así que es la manera perfecta para Louis de terminar la semana.

—Lo siento— dice con un movimiento de labios a Shan, quien le hace un ademán con la mano, pareciendo que dice "ya no seguiré reclamando, haz lo que quieras" la cual es obviamente la manera más imponente de hacer un reclamo.

Pero Louis solo se acomoda la mochila sobre el hombro (la traía abrazada al pecho, para correr más rápido), se acomoda la camisa y camina hacia la parte trasera del autobús. Se deja caer con cansancio sobre el asiento en la última fila, y apoya su cabeza contra el cristal trasero. Un poco más tarde abre su mochila, y termina de comer su hamburguesa en silencio. Su reproductor de música personal instalado en el interior de su cerebro comienza a reproducir canciones, y mira hacia la carretera durante todo el trayecto.

Bueno, eso intenta, hasta que nota como todos los chicos que asisten a su mismo colegio se encuentran hablando en voz baja, casi demasiado, pero con marcado movimiento de los labios. No le toma mucho hasta que logra descubrir lo que está ocurriendo.

La fiesta de Navidad.

Están a tres semanas de terminar las clases e iniciar las vacaciones de Navidad. Los chicos ni siquiera tienen que preguntar, saben que en ese periodo, lo correcto sería dejarlos ir a casa. Así que lo dan por hecho.

El equipo de Rovers High School tiene una tradición especial, que es básicamente hacer una gran fiesta para celebrar la víspera de Navidad. Los chicos suelen reunirse en el campo de futbol, y tener su celebración durante un fin de semana entero (más bien, durante dos noches seguidas, puesto que serían fácilmente descubiertos si estuviesen ahí durante el día).

Los jugadores pueden invitar a toda la gente que deseen, por lo que esas fiestas terminan siendo enormes. Es la manera que tienen de despedirse del equipo antes de las fiestas navideñas.

Louis, por supuesto, nunca asiste a ambos días. Le parece demasiado. Y si, por alguna razón, llega a asistir, no va más de tres horas por día. Esa es su propia tradición. Porque, sin importar el tiempo que asista, el tiene que poner su parte del dinero; y por supuesto que no les va a regalar dinero para que se embriaguen. Al menos no sin él.

El castaño, sin embargo, escuchó que el penúltimo fin de semana (cuando se deberá realizar la fiesta, ya que el último fin de semana se utiliza para la ceremonia de fin de curso oficial del colegio) habrá una junta con la directiva deportiva, la cual tomará lugar justamente en el Colegio Rovers. Es por eso que no tiene idea de cómo planean llevar la fiesta a cabo este año... aunque siendo honestos tampoco es algo que lo tenga preocupado. Así que vuelve su atención a su música, a su hamburguesa y a su recorrido por la carretera.

Cuando finalmente se detiene el autobús, Louis se pone de pie, pero no lo suficientemente rápido para ser el primero en salir. Y gracias a que se encuentra sentado hasta atrás, debe esperar a que todos bajen del vehículo. Louis sabe que todos son demasiado lentos cuando a descender se refiere, así que prefiere sentarse hasta que llegue su turno.

Ashton y Luke no se levantan, y Harry se toma más tiempo de lo normal en guardar sus cosas y ajustar su corbata. Al final solo quedan los cuatro dentro del autobús.

Locked In [larry stylinson]Where stories live. Discover now