Mundo deseado|Akatsuki & Naruto|

110. Pasado, presente y futuro

...

— Entonces eso es todo lo que ha ocurrido...—Murmuró Maica, viendo cómo su amiga asentía con tranquilidad— ¿Crees que el Raikage accederá? ¡Es un impulsivo! Ese hombre es puro nervio y no se para a pensar las cosas...Va más por la rabia que siente y lo mal que le caes. 

— Cierto— Admitió la azabache, suspirando. Sabía perfectamente cómo podía llegar a ser ese hombre — . Pero tiene a gente más cabal junto a él, creo que lo harían cambiar de opinión Con un poco de esfuerzo— Dijo, pasando por un pasillo oscuro y con la vista al frente— . Ya sean los de su misma aldea o los de otra, al final acabará accediendo por su propio bien y el de su gente.

La salmón miró a su amiga, entre preocupada y convencida por lo que decía; Realmente había pasado lo suyo para llegar a eso, pero por suerte ambas habían hecho ciertas acciones que los beneficiarían a todos. 

Esta, era una de ellas.

Muy peligrosa y arriesgada, pero si les salía bien, podrían tener una buena ventaja contra la que luchar y estar apoyadas por seguridad de ellas y las de sus propios amigos.

— ¿Nos falta el Kazekage, no es así? Es el último que queda. 

Ali asintió, desinteresada y despreocupada.

— No te preocupes por él, Naruto me pidió que se lo dejase a él, quería ir a hablar él mismo cara a cara con Gaara sobre esto— La de ojos azules sonrió meramente, parándose en seco. Maica la imitó, esperando su hablar— . Él sería más capaz de convencerlo que nosotras, son amigos. Así que dejemos que ayude un poco...Está deseándolo.

En cuanto volvieron a empezar su caminata, Maica rió, sabiendo a la perfección cuál podía ser la reacción del rubio si no le dejaban.

Podía entender que no quisiera quedarse de brazos cruzados mientras las veía haciéndolo todo, era una gran persona y con un corazón precioso.

— ¡Siendo como es, ya me lo imagino!

— Los kages pueden jugar en su propio beneficio, Yuki. No lo olvides— Comentó un Uchiha. El mismo de cabello largo que había estado todo el trayecto yendo junto a ellas, para ir hasta la otra base.

Alice subió la mirada y observó a Madara, en silencio. 

Sabía que tenía razón, pero era a lo que se podían aferrar en ese momento. Y, sobretodo, era por lo que habían estado luchando con tanto esmero por conseguir. 

Habían hasta arriesgado sus vidas por seguir adelante con el plan que tenían ellas, y tal y como estaban ahora, no iban a dejar de hacerlo por nada. 

Aunque tampoco podía asegurar al cien por cien, y lo sabía, que algunos los traicionase o se negasen a ayudar.

— Debemos de tener un poco de esperanza, Maddy— Comentó. El Uchiha se giró para mirarla de reojo, sólo para atisbar una mueca arrogante que salía de ella— No lo olvides tú tampoco, tenlo siempre presente.

Él entrecerró los ojos, con una sonrisa ladeada.

Tras haber pasado ya el pasadizo rocoso y casi sin iluminación, llegaron hasta la sala enorme y espaciosa que tanto había visto. Maica se giró a mirar a su amiga, teniendo un debate interno, mientras ésta saludaba a Obito al verlo sentado, esperándoles. 

— Por cierto, me he besado con Sasuke y le he contado todo nuestra vida y realidad— Dejó salir, intentando cambiar de tema en su propia mente.