64: Los verdaderos mercenarios

2.9K 320 186
                                    

Ya sabéis que, cuando veáis el símbolo de siempre # , le dais play a la música para poneros en sintonía :)

***** ***** ***** *****

...

—Qué tranquila te ves para estar en esta situación...—Murmuró, acariciándole la mejilla—¿Es que acaso no sabes lo que te voy a hacer ahora?

Ella le quitó su asquerosa mano de un golpe, con la suya. Lo miró con severidad, sin retroceder ni un ápice.

—Vuelve a tocarme, y te quedas sin mano. —Advirtió.

—Oh, pequeña, tú no sabes cómo...

—No me llames pequeña.—Lo entrecortó rápido. Frunció el ceño con gran molestia, y su voz era realmente fría e impasible—No consiento que tú me digas de esa forma. Tú no puedes llamarme así, no tienes ese derecho.

—¿Qué pasa? ¿Alguien más te llama así? No saques las uñas todavía, quedan muchas horas por delante.—Sonrió con perversidad. Eso, todavía y si era posible, le dio mucho más asco—Sé una buena chica y déjate. 

Alice se asintió mentalmente, sabía lo que hacer. 

Tetsuo al verla sentada, como la habían dejado sus mercenarios, por acercarse tanto hizo que se tirase al suelo del todo y se colocó encima de ella, con esa sonrisa aún acompañada en su viejo rostro.

—¿Tú no eres el verdadero señor feudal, cierto?—Preguntó con ojos ladinos. Pero él...Él se sorprendió al escuchar aquello.

—¿C-Cómo...?

La azabache sonrió con arrogancia.

—Sé cómo son los demás señores feudales, y normalmente son más viejos que tú...—Dijo, como si fuera lo más obvio. Aunque el hombre no estaba tranquilo en absoluto—Eres algo joven para tener un cargo tan grande sobre tus hombros, ¿Me equivoco? 

El dueño chasqueó la lengua con desagrado. Cogió a la chica del cuello de la capa y la elevó para mirarla, con rabia. Empero ella ni se inmutó, su rostro era frío y tajante.

—¿Y qué?—Contestó con prepotencia—Tienes razón, no soy el señor feudal, lo es mi padre. Pero soy el heredero, y él no tiene muy buena salud...Así que tarde o temprano, lo seré.—La acercó más a él, pero ella seguía sin un atisbo de expresión—Y puedo tener lo que quiera, como te tendré a ti aquí y ahora. 

«Lo sabía...» Murmuró en su cabeza.

—¿Tan necesitado estás? ¿O es que eres tan patético que tienes que obligarlas porque no puedes conseguir mujeres?

—Me gusta tu carácter, pero será mejor que te calles si no quieres que deje de ser amable.—Pronunció. La soltó y acercó su mano a la capa, desabrochándola poco a poco—Ahora...Sé una buena chica y sírveme. 

#

Sin poder gritar, ni reaccionar, y ni mucho menos moverse...De un corte limpio y rápido, la mano que estaba utilizando para desnudar a la de ojos azules, había desaparecido. Lo único que había en su lugar, era sangre. 

Le había cortado la mano.

El señor feudal gritó horrorizado, llevándose la parte incompleta e intentando parar el sangrado. Se separó rápido de ella, y todavía gritando más cuando al fin, reaccionó al completo y vio que su mano, estaba en el suelo.

—Te lo advertí...—susurró. Fijo sus ojos en él, y se le heló la sangre al verla—Te advertí que no me tocases.

—¡E-Estás loca!—Dio voces, asustado—¡Eres un monstruo, no te me acerques! 

Mundo deseado|Akatsuki & Naruto|Место, где живут истории. Откройте их для себя