50. Aldeano

3.2K 352 144
                                    

Pov Leo

No paraban de picar a la puerta una y otra vez, con griteríos de por medio. Yo no quería levantarme, y mucho menos ver a gente ahora. Si fuese mi hermana, pues le abriría. Aunque es posible que antes la molestase y no la dejase entrar, para después abrazarla, incordiándola muchísimo más.

—¡Yukine, abre la puerta!—Se escuchó gritar a alguien por detrás—¡Sé que estás ahí, nadie te ha visto salir desde que entraste!

Me da igual si me han visto o no, estoy pensando y no me pienso mover.

Giré mi cuerpo con la almohada tapándome los oídos, para posicionarme en vista a la ventana, quedándome petrificado al momento y sin palabras.

Se encontraba ahí, como quien no quiere la cosa. Tan despreocupado. 

—Hola.—Sonrió.

—....

—Como no abrías la puerta, he decidido entrar por la ventana.—Entró del todo, apoyándose en ella y cruzándose de brazos.

Me mordí el labio y chasqueé la lengua, dándole la espalda y soltando algún que otro mohín. Me incorporé y me desperecé, masajeándome la sien segundos después.

—Iba a abrirla ahora mismo.—Dije, mostrando a propósito mi sonrisa falsa.

—No es cierto, nos escuchabas desde el primer momento.—Expresó tranquilo, cruzándose de brazos.

Hice una mueca de fastidio y bufé, volviendo a encararlo. Por detrás de él, vi cómo Naruto también pasaba por la ventana a mi cuarto, tan campante y con toda la autorización del mundo que yo no le he dado en ningún momento de mi vida, muerte y proceso fantasmal.

—Como para no escuchar a ese.—Dije señalando al rubio. Él se hizo el ofendido—¡No dejabas de gritar! ¡Así no se despierta a la gente!

—¡No abrías la puerta!—Exclamó él también, intentando defenderse. 

—¡Porque había una persona gritando detrás de ella! ¡Se me quitan las ganas así!

—¡Empecé a gritar cuando vi qué no respondías! 

—Ya vale, ya vale.—Apaciguó Kakashi, suspirando de por medio—Naruto, estabas gritando desde el primer momento. 

El nombrado arrugó la nariz y se cruzó de brazos, cual niño infantil. Me miró y le dediqué mi mejor sonrisa inocente—que no tenía y en mi vida he tenido, a ver quién creéis que soy—, viendo que había ganado en el debate.

—Y tú te podías haber levantado o haber respondido, al menos.—Se dirigió ahora a mí, el albino.

En ese momento, era Naruto quien me estaba sonriendo a lo grande porque tampoco me había librado. Gruñí alguna que otra cosa y me volví a tapar la cara con la almohada. Quizá no me veían, si tenía suerte. 

No, siguen aquí. 

—¿Qué queréis...?

—Te dijimos que iríamos enseñándote la aldea, y la Hokage nos puso a tu cargo.—Habló el ninja copión—Así que levántate, que después también iremos a hablar con Tsunade-sama.

—¿Para qué?—Pregunté extrañado, levantando la cara de mi cojín. Él se encogió de hombros.

—Sólo nos dijo que quería hablar contigo más tarde, Yukine...—Respondió Naruto, rascándose la nuca sin saber.

Suspiré y me incorporé en la cama, pasándome la mano por el cabello deshecho en un gesto de cansancio y calma.

—Está bien, me vestiré. 

Mundo deseado|Akatsuki & Naruto|Where stories live. Discover now