Mundo deseado|Akatsuki & Naruto|

9. Misión

Pov Alice

— Entonces...¿Dónde será la misión?—Preguntó Maica, con cierta curiosidad e ilusión. Por otro lado, yo les miré detenidamente, intentando descifrar el por qué.

Ya era hora, a ver si...

— Tengo varias ideas, ya lo sabréis mañana al levantaros—Alzó la mirada nuevamente, haciendo que se cruzase con la mía lentamente.

— Yo también tengo otra—Dejé caer. Después, miré hacia otro lado.

— ¿Cuál?—Su expresión era seria, sin dejar de analizarme ni un segundo con el Rinnegan.

Desvié de nuevo mis ojos. Pero ésta vez, hacia los suyos.

— Ir a investigar a Konoha.

Maica giró la cabeza con gran asombro, como si no se creyese lo que acababa de decir. Mientras que los líderes se observaban en silencio, pensando en si aceptar tal propuesta o no.

Pain miró de nuevo a Madara para la sentencia y finalmente, éste asintió, aprobando la propuesta.

Alice, te mereces un monumento.

 — Vale, me parece una buena idea...Partiréis mañana mismo—Explicó. No alegró gran cosa más— Ya os avisarán del resto.

— Muy bien...—Cloqué mi mano derecha en la cadera, sonriendo con sorna para mis adentros— ¿Algo más antes de irnos?

Se cruzó de brazos, solemne y frío de mirada. 

— Haréis ver que sólo pasaréis por allí, nada más—Avisó como si fuera una amenaza—. Eso es todo.

Perfecto, no podía pedir más.

***** ***** ***** *****

...

Realmente mañana iremos a Konoha, eh...Voy a conocer a Kakashi, veremos la aldea entera y diversas cosas más. Por fin. 

Aunque bueno, por desgracia no está Naruto. Y de todas maneras Maica parecía estar muy feliz, algo normal para mí. Ella adoraba Konoha, y lo más probable es que viese a Neji o Kiba.

Yo, para qué mentir...También estaba contenta.

Ante la idea de que conseguimos ir a Konoha, sonreí con picardía. 

— Ali...Te quiero mucho, muchísimo—Me besó, haciendo notar su alegría por haber logrado tal cosa.

— Sí, sí. Yo también—Dije desinteresada.

— Yo también—Habló un enmascarado por detrás.

— No puedo decir lo mismo entonces—Desvié la mirada, ignorando completamente su presencia.

— Seguro que sí—Respondieron ambos.

 Em, vale...¿Conspiración?

Chasqueé la lengua, frotándome las manos en repetidos movimientos. 

— Yuki—Se me acercó la pelinaranja, notando perfectamente lo que ocurría— ¿Eso es...?

— Nada, no es nada—Hablé con molesta, dándoles la espalda.

— ¿Qué pasa?—Preguntó Madara, sin comprender la situación.

— Ya he dicho que no es nada, me voy fuera.