Mundo deseado|Akatsuki & Naruto|

6. Silencio

Pov Maica

¿Por qué me ha dejado sola aquí? Yo no tengo nada que hablar con ellos, por muy contenta que esté... 

Es extraño todo esto, me tengo que acostumbrar bien. ¡Pero muy bien, perfectamente!

Y Tobi se ha ido con ella, para el colmo ¿Qué hago?

—Misaki-san—Llamaron. Me giré con una sonrisa hacia Kisame—. ¿A dónde ha ido Yuki-san?

—Ah— Rumié, con un dedo en mi mejilla—. Pues supongo que al cuarto.

—¿Para?—Interrogó curioso de nuevo. Yo le sonreí.

—Coger una cosa—Dije, risueña—. Pero seguro que se queda allí un rato para estar sola...

—Bah, que haga lo que le de la gana—Murmuró alguien, entrando. Esa voz ya había tenido uso antes y sabía a quién pertenecía. 

¡Hidan! 

Mierda, ¿Y ahora que hago? Vale, vale. Sobretodo no tartamudees, Maica.

Parece que Itachi y Deidara desaparecieron de la nada, así que me quedé yo sola con Kisame y mi albino. Perfecto.

Claro, perfecto si queréis que me de un sangrado nasal.

—Anda, pero si está aquí la nueva—Habló con una sonrisa en su rostro. 

—Eh...sí, hola—Pronuncié, a duras penas. Él fue dando unos pasos hacia mi persona, algo que no me hacía bien en ese momento.

—¿Así qué tu amiguita te ha dejado aquí solita?

—No exactamente...Se ha ido ella para estar tranquila— Comenté—. ¡A mí no me importa!

—Seguro, seguro...Oye—Se acercó a mí, aún con esa sonrisa—, ¿Te gustaría ser un sacrificio para Jashin?

Mi rostro cambió de repente, y todo mi ánimo decayó. 

Para qué me hago esperanzas...

—Aún no...Ten-Tengo que irme un momento—Sonriéndole con nerviosismo, empecé a caminar en dirección contraria.

—¿A dónde?—Interrogó en un leve gruñido, mas que escuché. 

—¡A buscarla!

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Pov Alice

—Yuki-chan...

Se fue acercando lentamente más a mí. Noté cómo el colchón de la cama se hundía por el apoyo de su cuerpo, por lo que me giré y le vi a él cerca. 

Su mano estaba extendida en dirección a lo más probable, mi cuello.

—Yuki...—Habló ahora con la voz más grave.

La puerta inesperadamente se abrió, parándolo en seco y salvándome de una muy posible muerte.

Incluso su voz había cambiado por un instante, y su ojo visible era más intenso que otras veces.

—¡Yuki!—Gritó, apareciendo Maica por arte de magia—Ven ahora mismo. ¿Cómo me dejas sola?

La miré de soslayo, circunspecta. 

—Misaki...—Dije en voz baja.

Tobi se incorporó a una velocidad impresionante. Mai, la muy tonta que no podía equivocarse más, al ver como se movió, pensó que interrumpía algo en especial.