98. Un toque frío y oscuro

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Pov Alice

Me moví ligeramente al sentir un cálido aliento chocando contra mi nuca. Subí un poco mi brazo, notando algo pesado en mi espalda y cintura. Sentí cómo el frío que antes calaba mis huesos ahora era un calor agradable que lo amortiguaba y lo alejaba de mí, como algo instantáneo.

Lentamente y con algo de sueño, roté mi cuello con cuidado hacia el otro lado de la cama. Con la vista un poco nublada, logré llegar a verlo.

Fui a susurrar algo, pero pareció que él me vio venir, y se adelantó a mí; Puso un dedo en sus labios con una pequeña mueca maligna en él, indicándome con ese tenue "Shh", que permaneciera en ese cómodo y silencioso estado.

Tragué en seco, en un acto impulsivo por lo que acababa de hacer; Cálmate, Alice.

Tenía dos cosas en mente; Las ganas de tirarle de la cama, o de ignorarle y seguir durmiendo.

Suspiré y hundí mi rostro en la almohada. Casi al momento, aferró el brazo que ya tenía en mi estómago desde el principio y me atrajo más hacia él, provocando que, instantáneamente, me pusiera tensa y con el interior algo inquieto.

Ahora, estaba muy pegada a él.

— Ya no tengo frío, no hace falta que...— Murmuré.

— Lo sé, lo he notado desde hace un rato—Comentó— . Pero sé lo que estás pensando, deja de moverte. Y como lo hagas te morderé el cuello.

Cogí aire y lo dejé salir, tapándome hasta la cabeza.

— Salvaje...

La verdad, y siendo todo lo sincera que puedo...No me imaginaba que Madara diese tanto calor corporal. Más bien, en un principio me pensaba que tanto sus manos como su cuerpo estarían fríos. Y es todo lo contrario...Da bastante calidez.

Me moví un poco y bostecé, poniéndome boca abajo; Se me había quitado el sueño.

— Déjame adivinar...— Musitó, con un deje de voz burlón. Lo miré, ya con el ceño fruncido— Ya estás desvelada, ¿No es así?

Nuevamente, hundí mi cara en la almohada de un solo golpe.

— Puede...No lo sé todavía.

Me percaté de que su mano, ahora y hace un poco, la había pasado por mi espalda en cuanto me moví para cambiar de postura. Sin dificultades y con un leve impulso, me empujó con su mano en mi espalda para acercarme a él, todavía sin soltarme y reteniéndome.

A causa de ello, tuve que poner mi mano en su pecho para no chocar tan cerca, y él tenía el torso completamente desnudo.

Cuando vi que lo hizo expresamente para tenerme cara a cara, entrecerré los ojos, recelosa.

— ¿Qué?— Pregunté.

— Nada, sólo quería ver tu rostro— Dijo, sin saber muy bien qué responder.

Odiaba cuando me hacía estas cosas, me dejaba...Bueno, no podría describirlo. Pero ahora parecía que mi estómago parecía un torbellino.

Cerró los ojos sin decir nada más, con una respiración calmada. Apoyó su cabeza en el cojín, y dejó descansar su brazo puesto en mis costillas.

Me hundí en el colchón y bufé, intentando calmarme. Después de cerrar los ojos cinco segundos, los abrí otra vez para observarle un poco.

Idiota...

***** ***** ***** *****

...

— Está todo bastante nevado— Comenté al abrir un poco las persianas. Observé el paisaje desde dentro; Realmente, era precioso.

Mundo deseado|Akatsuki & Naruto|Where stories live. Discover now