18. A por la recompensa

4.8K 465 114
                                    

Pov Maica

¿Por qué, de verdad, por qué? Yo no quiero estar con estos dos, son aburridos. Y menos con ese albino idiota. Bueno, al menos Kakuzu no me hará nada...Si no le molesto, claro está.

Ay, Alice. ¿Qué estarás haciendo? ¡Te echo de menos!

—¿Qué estás haciendo tan atrás?—Preguntó Hidan, girándose para mirarme —Venga, ven aquí.

Puse una mueca extraña, colocando mis manos en señal de bloqueo.

—¡Ni loca!

Él chasqueó la lengua.

—No te voy a hacer nada, pesada.—Suspiró con pesadez.

—Eso no te lo crees ni tú.—Reproché—Además, no quiero estar cerca de alguien como tú. 

—Serás...—Dijo mirándome con mala cara y parándose en seco.

—Basta ya, los dos.—Sentenció Kakuzu con voz severa.

—¡No me metas en el saco, Kakuzu!—Exclamó de mala gana a su compañero—¿No la ves?—Me señaló, provocando que frunciera el ceño e hinchara los mofletes—¡Está a cinco metros de nosotros! ¡Me crispa los nervios!

—Déjala tranquila.—Expresó—Después de haberla acosado como lo hiciste con ella y Yuki, es normal que no se quiera acercar a ti.

Sonreí satisfecha ante el comentario del medio enmascarado; Muy bien dicho, así es.

—Maldito Kakuzu...¡Yo no la acosaba!

—¿¡Y tú cómo llamas a lo qué me hacías!?—Volví a bramar, ésta vez, yo señalándole a él de manera inquisidora.

—¡Sólo jugaba!—Pegó voces, prestándome de nuevo atención a mí.

—¡Ah, ya...Claro qué sí!—Ironicé haciendo gestos extraños con los brazos y las manos.

—Hidan...—Habló Kakuzu—Cállate.

—¿Y por qué me lo dices sólo a mí?—Se indignó el albino a más no poder—¡Ella también está hablando!

—Estaba callada hasta que has hablado tú.

El jashinista rechinó los dientes y chasqueó la lengua, molesto por la regañina de su compañero inmortal. 

Me reí por lo bajo y les miré; Te lo mereces...

—Pero, Misaki...—Dijo Kakuzu.

—¿S-Si?—Me sobresalté por la repentina llamada del hombre moreno.

—Si te quedas atrás, no volveremos a por ti.

—Está bien, está bien...—Me acerqué un poco más a ellos, sin dejar mis ojos precavidos por el albino.

—No te tocará, tampoco le dejaré.—Manifestó serio, echando una mirada amenazadora al otro que había allí con nosotros.

—Si lo hace, lo aso como un pollo frito.

—No me quejo.—Respondió de igual forma.

—¡Oye!—Protestó el albino, mirándonos mal.

Hidan y yo no parábamos de observarnos de reojo con mala cara. No me gusta nada estar cerca de él—Bueno, en parte...—. Y pensar que antes...

Ali tenía razón. Pero me pregunto qué estará haciendo...Probablemente estará contenta por estar con Itachi, así que...¡No me defraudes!

Mundo deseado|Akatsuki & Naruto|Where stories live. Discover now