Mundo deseado|Akatsuki & Naruto|

2.Nuevo mundo

Pov Alice

Cuando desperté, vi que me encontraba en un bosque con muchísimos árboles enormes al lado de una pequeña cascada. (Yuki: no sabía que en los bosques habían árboles. Alice: yo tampoco...)

¿Pero cómo narices había llegado yo ahí?

¿Qué había sido esa luz?

— ¿Dónde...estoy?

Yo estaba en mi cama junto a Maica. No en un jodido bosque.

Para despejarme, me mojé la cara con la fresca agua de la cascada, y miré detenidamente mi alrededor. Todo se veía malditamente diferente.

Tiene que ser un sueño. Sí o sí. Cuando despierte tendré al lado a Mai, seguro. Verás como es de esos momentos raros.

Espera...¡MAICA!

— ¡Maica!—Grité, mirando hacia todos lados—¿¡Dónde estás!?

Mierda, sola en un bosque no es nada bueno.

Escuché una rama romperse cerca de donde yo estaba. En cuanto lo oí, me puse en guardia y observé a ver si aparecía un hombre alto con un traje elegante y sin cara.

— ¿Alice?

Era la voz de Mai. Sin lugar a dudas.

 — ¡Maica!

— ¡Ali!

Ambas gritamos al unisono. Sin esperar a más, vino corriendo para abrazarme y me tiró del golpe (me voy acostumbrando poco a poco a sus abrazos, pero no a tener el culo pegado al suelo). 

— Alice...¡Estaba muy asustada!—Me apretó con fiereza, casi sollozando—¡He aparecido en un árbol! ¡EN UN ÁRBOL!—Exclamó con alarma—¡¿Tú sabes lo qué es despertarse en un jodido árbol?!—No paraba de hablar exaltada, y hasta parecía que balbuceaba. Bueno, normal— Nosotras estábamos en la cama juntas, no en un bosque. ¿Y si nos han secuestrado? Y si...

— Tranquila, Mai. Relájate...¿Respira hondo, vale?—Le dije serena, agarrándola de los hombros para que se tranquilizara—Si nos hubieran secuestrado, creo que hubieran tenido a alguien vigilando por aquí cerca, y no parece el caso. Lo peor podría ser que Slender estuviera detrás nuestro o de esos árboles...Observándonos, como a presas. 

Tenía que hacerlo, no pude evitar decirlo. Estaba muy graciosa asustada y si no lo decía, haría Katsu.

— ¡Alice!—Bramó horrorizada—N-No digas esas cosas....No puede ser ve-erdad...

— ¿Entonces cómo explicas qué estemos en un bosque?—Comenté, frunciendo el ceño—¿Solas?

—....¡AAAH!—Gritó.

—¡Cálmate!—La cogí por los hombros nuevamente, ya que se me había escapado por el susto—Que lo decía en broma, mujer. No tengo ni idea de por qué estamos aquí.

— Eres definitivamente una mala persona...—Dijo un poco enfadada—Entonces, ¿No lo sabes?

Me crucé de brazos y la miré reticente, con una ceja alzada.

—...Claro que sí, Maica. Soy yo la que te ha traído aquí, en pijama las dos. Para venderte a unos extranjeros y que te quiten tus riñones.

—¿Sarcasmo, verdad?

—¡NOOO...!—Di voces en tono aún más irónico.

— Vale, vale. Ya lo pillo...—Señaló algo con el dedo—. Oye, esa bolsa...