Mundo deseado|Akatsuki & Naruto|

105. Movedizo

... 

Estornudó por el frío que le recorría los brazos y miró a su lado, observando con sueño y una cara casi sin explicar hacia el compañero que tenía a su lado.

— No sé qué debes de estar pensando, pero olvídalo. 

La chica hizo un mohín.

— Me muero de frío...—Susurró— ¿Me calientas?

Sasuke la ojeó sin decirle nada, sólo quedándose en silencio mientras su mirada traspasaba a la de ella. Algo que realmente incomodaba y ponía un poco nerviosa a la ojimiel. 

Maica le guiñó un ojo, intentando verse bien.

— Uy, ¿Qué estás pensando, pervertido?— Expresó con una sonrisita— Mira que no lo había dicho con segundas...

El Uchiha suspiró y cerró los ojos, con calma. Entretanto la otra mujer le tiraba del brazo para acercarla a él. 

Miró de reojo a la salmón, observando como su expresión de loca fiestera había cambiado a una de hermana preocupada. 

Y sabía por qué era; Su mejor amiga Yuki.

— ¿Podrías alejarte un poco de él, Misaki?—Gruñó cierta pelirroja, captando la atención de la ojimiel. 

— Déjales en paz, Karin...Que hagan lo que quieran—Bufó Suigetsu, defendiendo a la de cabello corto y cansado de tantas réplicas— . No te entrometas tanto. 

— Pero es que encima hemos tenido que acompañarla para hacer algo que Yuki nos ha pedido, ¿Y todo para qué?— Murmuró la Uzumaki, entre taciturna y molesta— No la conocemos...Y lo más seguro es que no pueda escapar del Raikage. Será demasiado tarde para ella, lo mejor será pensar en nosotros y lo que haremos. 

Sasuke le dedicó una mirada venenosa a la que acababa de hablar, pero antes de que Maica fuese a responderle, lo hizo otra persona. 

Otro que estaba ahí presente y no le había agradado nada que hablasen así de ella.

Éste mismo se paró en seco, provocando que todos cesasen y pusieran sus ojos en él. Alzando la vista, se le pudo ver que la expresión que tenía era una muy hostil y fría.  

— Si vuelves a decir algo así, te aseguro que te retorcerás de dolor por el veneno que te inyectaré. 

— Sasori...— Susurró Maica, acercándose a él— Tranquilo, no importa. Déjala, sólo está gruñona porque está celosa. 

Con aquella expresión de muñeco que casi parecía que no tenía ninguna emoción o que tenía siempre la misma, siguió. Aunque en el fondo era diferente. 

— ¿No importa que no pare de hablar? Porque esta mocosa está empezando a molestarme de verdad— Espetó— . Y eso no le conviene. 

— Sí...Y a mí— Masculló Deidara, otro que estaba ahí. De igual manera, también miraba con un poco de odio a la pelirroja. 

Karin giró la mirada con mal humor para no mirar a nadie, callándose de golpe tras chasquear la lengua.

— Está bien...—Habló la de gafas— Lo siento. 

El albino del agua rió entre dientes, sarcástico y burlón. 

— Eres una bocazas, Karin.

— ¡Ya he dicho que lo siento!— Se excusó la otra.

— Bien— Comentó Sasuke. La pelirroja lo miró— . Pero la próxima vez piensa antes de hablar.