98. Un toque frío y oscuro

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— Sí, supongo...

Me giré hacia él y lo vi levantarse de la cama, con los abdominales al descubierto por no llevar camiseta. Discretamente y como si no hubiese pasado nada, volví a posar la vista en la ventana.

— Realmente bonito, sí— Carraspeé— . El clima está bien...

— No es algo que nos impida seguir avanzando, como ayer— Profirió, acercándose por detrás. Me miró de arriba a abajo y después, cerró un poquito con las cortinas— . Seguiremos con el viaje.

Asentí, decidida y conforme con ello.

Me masajeé un poco las manos y después me crují los dedos, recogiéndome el cabello en una trenza.

— ¿Qué hora puede ser?— Rumié en voz alta, poniéndome la capa de la organización.

— Diría que las ocho de la mañana, o así— Me respondió el Uchiha— . Cuando te despertaste para ya darme patadas era todavía más pronto.

— ¿Pero a que no te las he dado?— Dije, señalándole con el dedo. El azabache ladeó la cabeza, entretenido— ¿No, verdad? Pues no te quejes.

Una mueca maliciosa apareció por su rostro, entretanto daba lentos pasos hasta llegar nuevamente por mi espalda. Me fui a separar un poco, pero él lo único que hizo fue agarrarme de la muñeca y no dejar que me fuera, tal y como tenía planeado.

Me observó con los ojos entrecerrados y de manera profunda, todavía con esa sonrisa arrogante en él.

Con la otra mano restante, me elevó el mentón.

— Te has levantado con ganas de pelea, huh...

— Oh...—Sonreí con cinismo, alzando una ceja— Es que siempre tengo ganas de pelear contigo, Maddy.

— Ah, ¿Sí?— Expresó, agachando su cabeza para quitar la distancia que nos mantenía— Aquí me tienes. Estoy dispuesto, si es lo que quieres.

Ladeé la cabeza y mantuve la mueca maligna, al igual que él.

Acerqué la mano disponible que tenía y lo agarré del cuello para acercarlo a mí, susurrándole en el oído.

— Hace falta más que eso—Musité.

Le miré por última vez con una sonrisa altiva y me separé de él, acercándome a mi katana al lado de la cama.

Mas cuando fui a agacharme para recogerla, él estiró de mi mano y me apartó rápidamente el cabello del cuello, para, simplemente, pegarme un profundo mordisco en él.

Al segundo, sentí un escalofrío recorrerme por toda mi columna.

— ¡Oye!

Me soltó tan fácil y rápido como cuando me cogió en un principio, tras acabar. Lo miré con odio, mientras me llevaba la mano a la zona recién mordida por un zombie emo y de pelo largo.

Ganas de pegarle un sillazo en la cara: Aumentando considerablemente cada mili segundo que paso mirando su arrogante cara.

— Ya he hecho algo más de lo que has dicho— Murmuró con cinismo.

— Mi venganza será terrible, Uchiha Madara.

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...

Bostecé tras un rato de estar caminando; Hacía un rato que habíamos salido de aquel motel y habíamos comido simplemente unas bolas de onigiri, siguiendo el camino que él indicaba mientras la nieve seguía cayendo.

Mundo deseado|Akatsuki & Naruto|Where stories live. Discover now