Dos chicas van a parar al universo de Naruto, donde juntas superarán los obstáculos que les lleguen e intentarán evitar que los villanos cumplan con su objetivo. Harán lo posible para que los Akatsuki y otros personajes, no mueran... Entre otras cos...
— Piensa que somos como dos personas que hemos caído del cielo para ayudar— Explicó, haciendo gestos con la mano— . Y sí, ayudar. Por eso no somos enemigos y tenéis que dejarnos ir— Expresó, sonriente. Señaló a Zetsu en el suelo— . El verdadero villano es ese bicho de ahí.
— ¿Tú y ella?— Expresó Onoki, irónico— ¿Ayudar? Habéis irrumpido aquí, y él ha atacado a los nuestros.
— Pero bah— Se encogió de hombros— . No os queríamos a vosotros, no os sintáis mal. El que acaba de huir como un cobarde es al que queremos— Dijo, guiñando un ojo— . ¡Pero...! ¡Adiós, ya ha sido demasiada charla!
— ¿Qué...?
Sonrió, llevándose la mano frente a su rostro.
Hizo los sellos indicados, unos sellos que la Mei conocía a la perfección y, sorprendida, observó cómo volvía corriendo hacia el otro lado del pasillo y cerró la grieta con la lava que salió de su boca.
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...
La trenza de Alice se movía al vaivén del fresco aire, entretanto ella esperaba pacientemente sentada encima de aquel muro. Mirando frente a ella, sintió a alguien detrás, por lo que se giró.
— ¿Ya está aquí?
— Está viniendo, no falta mucho para que llegue a esta zona— Respondió.
La azabache asintió, observando cómo Itachi hacía desaparecer al cuervo que hacía minutos antes había llevado a investigar por su alrededor. Se levantó y se crujió los nudillos, frunciendo el ceño.
Casi en todo momento, ella había estado ahí. Sentada, y esperando a que la trampa hiciera efecto junto a Itachi. Justamente se marchó en cuanto los demás entraron en la asamblea, y por Obito fue traída.
Así era el plan, y estaba saliendo todo perfecto.
Los demás serían la distracción, además de dejar caer algunas cosas a los demás Kages. Pero...Hizo un clon para que así, pudiera amenazar al viejo, sabiendo a la perfección que vacilaría y se pondría más tosco que de costumbre.
Y él no dudaría en irse en cuanto supiera quiénes eran y que todos iban a por él.
Y por eso estaban ellos ahí, esperándolo en el sitio justo.
— Ya están aquí— Comentó Itachi, activando su sharingan— . Deberías de ir ya.
— Perfecto— Sonrió— . Te veo luego, Itachi.
Lentamente y a paso firme, la azabache caminó hasta abajo para marcharse entretanto el de cabello largo permanecía allí, de pie y a la vista de todo. Ella ocultó toda presencia, asegurándose de que sólo el Uchiha, pudiera saber dónde estaba.
Sin esperar un segundo más, el de la coleta activó su Mangekyo.
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