Capítulo 37

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"Había muerto, y cuando volvió a la vida, ¿Chu Huan se había vuelto gay?"

"Había muerto, y cuando volvió a la vida, ¿Chu Huan se había vuelto gay?"

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El sol acababa de ponerse cuando Luge se despertó. Levantó la mano e hizo un movimiento habitual, pero la gran serpiente no respondió, Luge se congeló por un momento y curvó los dedos un poco abatido, antes de inclinarse, recoger su propia arma y caminar hacia la puerta de la montaña.

Cuando se movía, los guardianes de la puerta, que estaban de servicio, no necesitaban ser llamados, todos lo seguían en grupos de dos y tres.

Los guardianes que no estaban de servicio estaban en gran parte borrachos y los que aún estaban sobrios se tambaleaban en el lugar pero mantuvieron encendido el fuego, llevaron a los jóvenes a las tiendas para que pudieran estar más protegidos. Los adultos estaban más acostumbrados a beber sangre y sentir el viento en el pelo, no le temían al viento ni a la noche, estaban tan borrachos, que se acostaban en el suelo y dormían con sus vasijas de vino, ésto hizo que Chu Huan se sintiera realmente mal, melancólico y algo solo.

Yacía de espaldas en la hierba, con un tallo de hierba en la boca. En éste cielo nocturno, no lograbas encontrar a la Osa Mayor, la Estrella Polar del Norte, y tampoco podía verse el "cinturón dorado" de Orión en el cielo del sur, solo había un montón de estrellas irreconocibles e inidentificables .

Chu Huan no sabía qué estación era, no pudo obtener ninguna señal de sus anteojos e incluso su brújula era inútil. Pero el río de estrellas seguía siendo brillante.

Chu Huan pensó que tal vez tenía una mente muy estrecha, la angustia en su corazón giraba y giraba, tuvo que admitir que a pesar de lo ambicioso que era cuando era joven, su naturaleza no era la de alguien que podía hacer cosas buenas o grandes.

Alguien se sentó a su lado, al principio Chu Huan pensó que era Nanshan, pero cuando giró la cabeza expectante, vio el rostro del viejo cara de cabra y sintió que había caído de un sueño a una pesadilla.

El anciano bajó las comisuras de su boca y entrecerró los ojos, su cara era como la de un cobrador de deudas, que se venía a sentarse a su lado, sentía que al siguiente momento le iba a decir que debía firmar unos papeles y debía vender su cuerpo para saldar una deuda.

Chu Huan estaba asustado, se apoyó en una mano, medio sentado y en voz baja preguntó:

─¿Anciano, qué consejo vas a dar?

El anciano lo miró, sacó algo de su bolsillo y se lo arrojó. Era una cuerda tejida en una sola hebra delgada, con técnicas intrincadas, estaba finamente elaborada, pero era tan antigua que Chu Huan solo podía juzgar vagamente por los diferentes tonos de negro que poseía ahora, que esa cuerda también había tenido años de colorida juventud. Debajo del nudo de la cuerda colgaba una...

«¿Una nuez?»

Chu Huan, lo sostuvo en su mano y por un momento miró vacilante al anciano. Se sentía muy ignorante, realmente no podía entender qué objeto era ése. Tal vez era raro, pero era pequeño y como una nuez.

Sobre montañas y ríos (Of mountains and rivers - Shan He Biao Li - 山河表里)Where stories live. Discover now