Esta es la historia del envolvimiento entre dos personas que se enamoran durante una gran aventura.
La historia sigue a Chu Huan, un ex agente del servicio secreto que perseguía al líder de un grupo de narcotraficantes, el "Gran Fantasma", cuando, d...
"Chu Huan había recibido un certificado de "buena persona", sin saber que sus altibajos como maestro rural apenas comenzaban".
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La región habitada por el Clan Liyi tenía muchas casas, pero por alguna razón estaban vacías, NanShan permitió que Chu Huan eligiera la que quisiera, siempre que no fuera alguna que estuviera a lo largo del río o cerca del bosque. NanShan no explicó el motivo, ni Chu Huan lo cuestionó; desde que cruzó el río, había sentido una inexplicable sensación de asombro por este lugar.
Cuando alguien hace un juicio sobre algo, debe confiar en él, si por el contrario, su juicio no es claro, entonces tiene que confiar en sus instintos. De esta manera, Chu Huan tuvo que confiar en su sexto sentido.
Pensando en las razones por las que tenía que evitar el río, a Chu Huan se le ocurrieron algunas teorías; por ejemplo había notado que las mujeres allí parecían muy trabajadoras mientras hacían sus tareas, el grupo de mujeres viejas, maduras y jóvenes conversaban, reían, y jugaban. Era probable que tuvieran la costumbre de ir al río a bañarse antes del amanecer; podría ocurrir que algún día abrieras la ventana, y al asomarte te encontraras una escena prohibida de alguien bañándose en el río.
Había que saber que las escenas clasificadas R en el mundo real no eran muy encantadoras; la mayoría de ellas haría que la gente quisiera sacarse los ojos. Incluso si NanShan no lo mencionara, no elegiría una casa junto al río.
Chu Huan deambuló a caballo y rápidamente eligió una casa: se interesó en una casa antigua, aislada de la multitud. Se decía que la casa pertenecía a un anciano. La esperanza de vida del anciano era tan inflexible como una roca; su esposa e hijos habían muerto,, luego sus nietos murieron y, al final, su bisnieto encontró un final prematuro también. Al ver que era el último de su línea familiar, se despidió a regañadientes del reino de los mortales. Desde entonces, su familia no ha tenido sucesores. Con el tiempo, su casa fue entregada al clan, después de la decisión del patriarca, se le dio a Chu Huan.
El lugar estaba lleno de lujosas villas unifamiliares. Chu Huan no pudo evitar sentirse un poco amargado mientras miraba a su alrededor. Había hecho mucho por su país y sus ciudadanos, pero al final, solo se le asignó un apartamento pequeño como un nido de gato y no más espacioso que el dormitorio del personal de un maestro rural.
Después de entrar a la casa, Chu Huan no sintió que el lugar fuera extravagante, esa casa realmente merecía ser una casa embrujada, había estado desocupada por mucho tiempo; el interior no valía un centavo, no solo de nombre, sino también en realidad.
Estaba tan limpio que incluso los murciélagos eran demasiado perezosos para colgarse de las ventanas. Su altura no era algo ordinario que pudiera compararse con villas ordinarias, desde el exterior parecía una pequeña casa de dos pisos, pero cuando entró se dio cuenta de que solo tenía un piso de altura; no solo eso, solo había un dormitorio y no había sala de estar... En esta vida, probablemente nunca escaparía del estándar de alojamiento de "una habitación, sin sala de estar".
