Capítulo 39

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Con solo mirar a Nanshan, se sintió un poco incómodo.

La garganta de Chu Huan se movió ligeramente, Nanshan lo miraba

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La garganta de Chu Huan se movió ligeramente, Nanshan lo miraba... más bien, lo observaba como un guepardo mirando a su presa, sus ojos no se movían.

Aunque siempre hubo algunos obstáculos en la comunicación oral, sus comportamientos y expresiones eran universales, los ojos de Nanshan hicieron que el corazón de Chu Huan se acelerara.

Su pecho estaba repentinamente caliente y al igual que su sangre. Sin excepción, todo en él se calentó hasta el punto de ebullición. De repente, sintió que sus pesados ​​huesos se aligeraron, no había ninguna raíz debajo de sus pies, era como si estuviera flotando en el aire.

Chu Huan estaba en trance, olvidó dónde estaba, su entorno de repente se convirtió en un manantial, no pudo contener el vibrante galope de su corazón. Lentamente extendió una mano pero la detuvo en el aire por un momento, como si esperara el permiso de Nanshan.

Nanshan no dijo una palabra, tampoco se movió, permitió que la mano de Chu Huan se levantara, centímetro a centímetro, y recorriera el costado de su cara.

Sin embargo, Chu Huan no era tonto, su prematura enfermedad de "conciencia de caballero" de repente volvió a atormentarlo, solo frotó el dorso de su mano muy suavemente sobre el rostro de Nanshan, como si estuviera quitando un poco de polvo de un tesoro sin igual, luego, naturalmente, reveló una sonrisa.

Silenciosamente, despojados de toda pretensión, todo disfraz fue eliminado. Como una fina capa de hielo y nieve derritiéndose a la luz de la mañana.

Nanshan agarró su mano, la fuerza del joven patriarca de los Guardianes de la Montaña era inconfundible, su palma se sentía como un hierro al rojo vivo, con cierto calor desafiante.

Nanshan agarró la mano de Chu Huan con más y más fuerza, como si quisiera decir algo, pero antes de que pudiera hacerlo, su rostro cambió repentina y abruptamente, soltó la mano de Chu Huan, se giró y saltó al frío arroyo de la montaña sin decir una palabra.

Los copos de nieve blancos salpicaron por todas partes, Nan Shan se hundió en el agua, la superficie del agua estaba casi por encima de su barbilla, abrió su par de ojos como si hubiera saltado cien mil montañas con todos los animales y pájaros en ellos, no podía esconder más el deseo codicioso en sus ojos, Nanshan miró a Chu Huan, sus brillantes ojos negros se movían con él, luciendo un poco ansiosos.

Chu Huan primero se congeló, luego sintió que su propio cuerpo también estaba un poco caliente, luego recordó el curso del agua que a menudo estaba cubierto con la sangre de algún perro Mutai.

Aquél día, Chu Huan se rió de ese mocoso que había perdido la calma frente a todos, moviéndose angustiado, pero no esperaba que la venganza llegara tan rápido. La sangre de Mutai era un poco dulce, como si fuera un poco similar a la sangre de venado, aunque un poco más fuerte que eso, pero no era tan mágica como el "afrodisíaco" en las novelas de artes marciales.

Sobre montañas y ríos (Of mountains and rivers - Shan He Biao Li - 山河表里)Where stories live. Discover now