Capítulo 49

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Cuando termine este invierno y la puerta de la montaña se invierta, te enviaré lejos, no vuelvas.

La oscuridad al pie de la montaña no hizo que todo fuera totalmente invisible, se necesitaba  una descripción más precisa

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La oscuridad al pie de la montaña no hizo que todo fuera totalmente invisible, se necesitaba una descripción más precisa. La oscuridad al pie de la montaña no hacía que todo fuera totalmente invisible. El lugar parecía estar impregnado de una sombra nublada y estancada, los oídos de Chu Huan volvieron a escuchar esas voces susurrantes y dos pensamientos fuertes surgieron repentinamente en su corazón.

Cuando una persona ha pasado por situaciones muy críticas, su intuición se tornará mucho más aguda que la de la gente común. Sin embargo, inconscientemente se limita a pensar en ello solo cuando se enfrenta al peligro. Chu Huan nunca había sido el tipo más lúcido del mundo, pero sus pensamientos obviamente no estaban fuera de la razón y la lógica.

Era como si dos voces hubieran aparecido de la nada en su mente, una lo animaba para que siguiera adelante, hacia la oscura depresión, y la otra silbaba advirtiendo que se quedara atrás y corriera tan lejos como pudiera.

Chu Huan frunció el ceño con fuerza, estaba en un dilema, así que fijó firmemente sus pies en su lugar y continuó observando sin moverse. Nanshan no le permitió estar tan tranquilo, se dio la vuelta, giró la cabeza y agarró a Chu Huan por el hombro y luego lo arrastró por el hombro:

─¡Vamos!

«Lo primero que tienes que hacer es volver a casa.» pensó.

Mientras Chu Huan era arrastrado por él, los susurros en sus oídos se hicieron más y más fuertes, no pudo evitar apretar la muñeca de Nanshan y dijo:

─Creo...

Nanshan no le permitió estar tan tranquilo, se dio la vuelta y agarró a Chu Huan, lo tomó por el hombro y tiró de él diciendo:

─¡Vamos!

Chu Huan se tambaleaba, susurros en sus oídos se hacían cada vez más fuertes. No pudo evitar agarrar la muñeca de Nanshan e intentar insistir en decirle:

─Creo que...

Nanshan lo interrumpió y le indicó:

─¡No mires, no escuches, no pienses!

─¿Qué estás...?

Su oración no se completó, de repente un escalofrío en la parte posterior de la columna hizo que Chu Huan se congelara. Se sorprendió y giró la cabeza, solo para ver una gran sombra, que como una pesadilla, ¡Realmente lo perseguía!

Chu Huan negó con la cabeza, y pensó:

«Espera, ¿cómo puede una sombra "atrapar" a una persona? Incluso si lo hace, ¿qué podría hacer después de atraparla?»

No podía pensar en ninguna respuesta a sus preguntas, después de un momento tuvo una inexplicable sensación de miedo recorriendo sus huesos. El sentimiento de miedo superó la atracción provocada por la oscura depresión, el grupo huyó a toda prisa.

Sobre montañas y ríos (Of mountains and rivers - Shan He Biao Li - 山河表里)Where stories live. Discover now