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Capítulo 1567

"Mayor General, ¿podemos terminar con este castigo?"
Lee preguntó un poco vacilante, diciendo lo que pensaba. Los soldados estaban siendo castigados y llevaban más de dos horas de pie en el campo. También se habían perdido la hora del almuerzo. Lee pensó que tal vez aquello era suficiente castigo.

"Sí. Es suficiente. Pueden ir a almorzar".
Dijo KyuJong. Miró la hora en su reloj, afirmando con la cabeza. Esos castigos eran un mal necesario. Si no los castigara por lo que habían hecho, quizás nunca aprenderían. Y eso no era algo que deseaba ver en sus subordinados.

"Entendido, Mayor General".
Saludó Lee e inmediatamente corrió al campo de entrenamiento para liberarlos del infierno que estaban pasando.

Tenía la sensación de que el Mayor General se había suavizado con ellos. Debía tener algo que ver con la llamada telefónica que acababa de responder. Pero eso tan solo era una suposición.

Al mirar a Lee retirándose, las comisuras de los labios de KyuJong se alzaron en una sonrisa. Luego, se dio la vuelta y caminó hacia su oficina. Aún tenía algunos trámites que debía terminar.

"Parece que ya no soy más el Coronel Diabólico. Tú eres el verdadero malvado aquí".
Dijo una voz detrás de él mientras entraba al edificio. Se detuvo y se volvió para mirar a quién le pertenecía aquella voz. Era Saeng quien se acercaba rápidamente hacia él. Parecía tener prisa.

"Lo he aprendido de ti".
Respondió KyuJong inmediatamente. Se frotó la nariz sintiéndose cohibido. Siempre se preocupaba por sus soldados. Y esta vez, perdió la calma y decidió castigarlos duramente por su error. Quería que recordaran el dolor para que no los cometieran de nuevo. Era por su propio bien.

"Oye, no me metas en eso. Lo dices como si realmente fuera el mismísimo demonio".
Protestó Saeng. Era muy estricto con los soldados, eso era cierto. Pero nunca admitiría haber sido cruel y frío con ellos mientras entrenaban. Seguramente no merecía ese apodo.

"¿A dónde vas? Parece que llevas prisa".
Preguntó KyuJong.

"¡Ah, cierto! Casi lo olvido. Tengo un aviso urgente para dirigirme al centro de la ciudad, así que no tengo tiempo para vigilar el entrenamiento del equipo Águila. Puedes hacerte cargo, ¿verdad? Lamento avisarte en el último minuto".
El equipo Águila era un escuadrón secreto formado exclusivamente por soldados de élite. Entonces, cuanto menos se supiera de eso, mejor. Lo mantendrían en secreto.

Por eso solo KyuJong y Saeng estaban a cargo de su entrenamiento. Pero ahora que Saeng estaba ocupado, KyuJong debía tomar su lugar por ese día.

"No hay problema, descuida. Encárgate de tus asuntos".
Respondió KyuJong mientras afirmaba con la cabeza. Saeng no le dijo exactamente qué tenía que hacer esa tarde, pero él tampoco planeaba preguntar. Todos tenían sus secretos, especialmente cuando se trataba de una profesión como la de ellos. KyuJong pensó que sería una misión secreta, o algún asunto personal. Por lo que no se sentía con el derecho de preguntar.

"Lo haré".
Dijo él, para luego decirle de forma juguetona.

"Sabes qué, no eres tan frío y distante como la gente dice".
KyuJong sonrió burlonamente. Para él, Saeng era más un hermano menor, que él poderoso Mayor Coronel, o el famoso Coronel Diabólico. Sus sentimientos hacia Saeng eran totalmente platónicos ahora, y él se había convertido en un buen amigo para él.

"Tú eres el que siempre es frío y distante, no yo".
Se burló KyuJong. Esbozó una linda sonrisa en su rostro, haciéndolo lucir más guapo que nunca.

"Bien, bien. Lo que tú digas. Como sea, debo irme. Marco me está esperando".
Saeng agitó la mano y se dio la vuelta para marcharse. Pero luego de unos pocos pasos, volvió la cabeza para decirle: "Kyu, sé bueno con Kikí, ¿de acuerdo?"
Diciendo eso de la nada, se alejó de prisa, dejandolo sorprendido.

KyuJong se quedó allí, mirándolo marcharse, realmente confundido. Tenía la sensación de que Saeng le estaba lanzando alguna indirecta, pero no sabía a qué se refería exactamente. Y planeaba meditarlo más a fondo después.

HongKi llegó a la base militar antes de lo esperado. Pero aún no ingresaba al complejo militar, pues estaba de mal humor. No se sentía con la energía para hablar con las parejas de los soldados ese día. Estaba cansado y solo quería ver a KyuJong para marcharse a casa juntos.

Por lo que miró a su alrededor para ver si Lee lo estaba esperando. Pero no estaba. Había llegado demasiado temprano. Pero tampoco quería llamar a KyuJong. Así que solo se sentó en su auto, con los ojos fijos en la gran puerta de la base militar, sin pensar en nada en particular. Simplemente decidió quedarse en el auto y esperar.

Los soldados en la puerta de la base militar reconocieron al hermoso Ferrari, ya que su Mayor General lo había conducido allí más de una vez. Uno de ellos entró corriendo para informarle a KyuJong que su esposo estaba esperando afuera.

Por lo que HongKi no tuvo que esperar demasiado. Unos minutos después, Lee apareció en la puerta y corrió hacia el auto.

"Kikí, ha llegado temprano. Él Mayor General me dijo que no estaría aquí hasta las 5:00 en punto".
Aunque ya era otoño y el clima estaba frío, Lee aún tenía una fina capa de sudor en la frente, debido a que había corrido hasta la puerta.

"Tampoco pensé que llegaría tan temprano. ¿Kyu sigue ocupado?"
Preguntó HongKi. No podía decirle a Lee que había llegado intencionalmente una hora antes. No quería que Lee le dijera y lo preocupara innecesariamente.

"Sí, aún está trabajando. Está en medio de algo importante y no se encuentra en su oficina. ¿Qué tal si me deja darle un recorrido por la base militar? No creo que la haya visitado antes, ¿verdad?"
Preguntó Lee. No sabía qué más hacer, pues KyuJong no le dio ninguna instrucción en particular. Así que le pareció una buena idea acompañar a HongKi en su visita a la base militar.

Después de todo, rara vez tenía la oportunidad de visitar la base, y era realmente curioso. Lee supuso que quizás podría gustarle una visita.

Un verdadero amor. 8a parte.Where stories live. Discover now