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Capítulo 1553

Después de recibir una llamada urgente de ShangGuan, PolPruk corrió hacia la entrada del hospital con unas enfermeras detrás de él. Inquieto, aguardó la llegada. La idea del chico dando a luz durante el camino le asustó, pero el auto que se acercaba le tranquilizó rápidamente.

"¡Pol!"
Saludó HongKi cuando salió del auto. Una sensación de alivio se apoderó de él cuando lo vio. La sola presencia de PolPruk fue determinante en aquel momento de estrés.

"Hola Kikí".
Saludó PolPruk, reconfortándolo. Parecía estar tan tenso como él.

"¿Shang está bien?"
Preguntó mientras abría la puerta. Tomando su mano entre las de él, PolPruk ayudó con cuidado al chico a salir del auto y le dijo: "Con cuidado, Shang".

"Gracias, Pol".
Dijo ShangGuan. Demasiado débil para estar solo en aquel momento, agradecía toda la ayuda que pudiera obtener. Era la primera vez que experimentaba dolores de parto, y no sabía que sería tan agotador.

"¿Cómo te sientes? ¿Con qué frecuencia tienes las contracciones?"
Preguntó PolPruk al instante. Mientras se adaptaba a sus necesidades le indicó a una de las enfermeras que trajera la silla de ruedas. Le tomó unos segundos a ShangGuan responder: "Aproximadamente una vez cada diez minutos".

Tan pronto como respondió, sin embargo, otra contracción se apoderó de él, haciéndolo agarrar con fuerza la manga de PolPruk para contener el dolor.

"Relájate , sigue mis instrucciones y respira hondo".
Con su ayuda, él logró sentarse en la silla de ruedas, todavía gimiendo de dolor.

"¿Serás tú quien asistirá la cesárea del bebé de Shang, Pol?"
Preguntó HongKi con cautela y los siguió, jugueteando nerviosamente con los dedos.

"No, tenemos un obstetra altamente cualificado aquí. Así que no hay por qué preocuparse".
Después de la llamada telefónica de ShangGuan, lo primero que hizo PolPruk fue contactar al mejor obstetra del Hospital.

Aunque no iba a estar a cargo del caso, no podía dejar que lo hiciera cualquiera. Si había algo que pudiera hacer para garantizar que esta maravillosa experiencia transcurriera sin problemas, se aseguraría de ello de antemano.

"¿Qué? ¿No vas a ser tú?"
Preguntó HongKi, con los ojos muy abiertos. La duda era evidente en su voz. Como PolPruk era el único médico en el que confiaba, había esperado que él asistiera la cirugía del bebé.

"Él estará bien, Kikí".
Aseguró PolPruk pacientemente.

"El obstetra estará allí todo el tiempo para decirle lo que necesita saber".
Aunque sabía de dónde venía su preocupación, PolPruk no pudo evitar sentirse perdido, sin saber si reír o llorar.

A pesar de ser un médico excepcional, nunca había participado en un parto. Simplemente no era su especialidad de campo. Según el médico, incluso con todas las contracciones que ShangGuan estaba experimentando, todavía quedaba un largo camino por recorrer antes de comenzar la cirugía.

Al final resultó que su cuello uterino tenía solo 3 cm de dilatación y, por lo tanto, tenía que permanecer en la sala de pre-parto mientras tanto.

Tan pronto como SunMin bajó del avión, encendió su teléfono y vio innumerables mensajes. Como si eso no fuera lo suficientemente alarmante, también tenía varias llamadas perdidas. Tan pronto como leyó los mensajes, salió corriendo del aeropuerto y condujo al Hospital.

Con las contracciones cada vez más frecuentes, la incomodidad de ShangGuan se volvió más agonizante. Gotas de sudor corrían por su frente mientras apretaba los dientes para reprimir la necesidad de llorar. Las descripciones de las personas sobre el dolor del parto fueron, como constató ShangGuan, aparentemente bastante precisas. Sintió como si su cuerpo estuviera siendo destrozado, y una pequeña parte de él deseaba morir en ese momento.

"Shang, Si tienes mucho dolor, solo grita".
Dijo HongKi, tratando de distraerlo. El chico, que estaba pasando por una contracción, lo miró confundido.

"Vi a muchos chicos hacerlo en la televisión. Debería hacerte sentir mejor".
Como SunMin aún no había llegado, HongKi se sintió obligado a acompañar y consolar a su cuñado. Le ofreció su mano para que él angustiado chico lo agarrara, lo que este último hizo con mucho gusto y con mucha fuerza.

"No soy como esos jóvenes. Si grito en voz alta, voy a sonar como un amazona y eso sería muy humillante".
ShangGuan frunció el ceño. Entornando los ojos, pensó que su sugerencia era ridícula.

"¡Venga ya! Solo somos tres aquí".
Hizo un gesto alrededor, como para demostrarlo. Nadie más lo sabría o escucharía. Además de ellos dos, la única persona allí era el asistente. El obstetra se había ido antes, y solo regresaría cuando fuera a dar luz.

"¡Solo quieres burlarte de mí!"
Lo acusó sin razón. Comenzando a sentirse mejor a medida que el dolor disminuía gradualmente, comenzó a reunir la fuerza suficiente para replicar.

"¿Cómo diablos puedes pensar eso? ¿Crees que soy tan malo?"
HongKi gruñó, haciendo un pequeño puchero. Antes de que su cuñado pudiera responder, el celular de HongKi sonó en su bolsillo. Lo sacó y se regocijó al ver el identificador de llamadas.

"Es SunMin. ¡Supongo que finalmente llegó!"
Le anunció. Desde que ellos se dirigían al hospital, había estado enviando mensajes a su hermano para informarle de la situación. Tenía la esperanza de que pudiera llegar tan pronto como se bajara del avión y tener la oportunidad de presenciar el primer llanto de su hijo recién nacido.

"Kikí. ¿Cómo está Shang? ¿Ya tuvo el bebé?"
Llegó la voz urgente de SunMin desde el otro extremo de la línea. HongKi no pudo evitar sonreír ante el tono preocupado del futuro padre.

'Va a ser un gran padre', pensó.

"Él está bien. El bebé aún no ha salido, pero ha estado teniendo contracciones por un tiempo. Tienes que venir aquí lo más rápido que puedas".
HongKi sostenía el teléfono con una mano mientras que la otra todavía la tenía sujetada ShangGuan. Para ser sincero, quería que viniera lo antes posible para poder rescatar su mano. HongKi no quería admitirlo, pero estaba empezando a perder la sensibilidad en la mano.

Un verdadero amor. 8a parte.Where stories live. Discover now