💘1451

26 14 1
                                    

Capítulo 1451

Saint estaba practicando cómo caminar sin ayuda en su habitación cuando Yeineth llegó al hospital. ¡Finalmente, ahora podía volver a caminar, aunque lentamente, y la alegría en su rostro era evidente cada vez que daba un pequeño paso! Ahora sólo podía caminar unos minutos como mucho, pero estaba seguro de que pronto podría hacerlo mejor. Tuvo suerte al sobrevivir al accidente automovilístico, así que no podía pedir demasiado, ¿verdad?

"¿Por qué llegaste tan temprano hoy?"
Preguntó Saint tan pronto como la vio entrar mientras detenía en seco su caminata y se iba sentando lentamente en la cama. Se veía agitado, y cuando tomó el vaso de agua de la mesita de noche, bebió un largo trago. ¡Tanto ejercicio le había dado mucha sed!

"Sonaste como si dijeras que lo único que hago es dormir".
Aunque Yeineth dormía todo el día y todos los días, se sentía avergonzada de que su amigo se lo hubiera dicho tan pronto como la vio. ¿Y qué si era perezosa? Así era su forma de ser.

"¿No es verdad? Por cierto, ¿por qué viniste con las manos vacías? Muestra algo de modales, ¿quieres?"
Se quejó Saint fingiendo estar molesto.

HongKi siempre le llevaba algo de comida cuando lo visitaba, pero Yeineth era diferente. ¡Ni siquiera se molestaba en traerle un detalle! Siempre venía con las manos vacías, así que pensaba que era muy divertido hacerle bromas a su amiga por eso.

"¿Por qué tendría que traerte algo cuando te visito? ¿Qué te hace falta? Por lo que recuerdo, la última vez que estuve aquí, te quejabas de que estabas engordando. Decías que Kikí te traía demasiada comida cada vez que venía, por eso es que no te traigo nada, ¿no crees eso es muy inteligente de mi parte? Así no tendrás ninguna queja de mí".
Le dijo mientras se encogía de hombros. No se sentía nada culpable por no saber cocinar, además, no sabía qué traerle y hoy no estaba de buen humor porque se sentía aturdida y triste por lo que había pasado hacía rato con su marido.

"¡Al menos deberías haberme traído algo para desayunar!"
Dijo Saint mientras ponía los ojos en blanco.

"¿Mmm, aún no has desayunado? Por cierto, ¿dónde está tu enfermera privada? ¿No te preparó nada de comer?"
De repente se dio cuenta de que hoy no había visto a la enfermera y normalmente, ella era quien le preparaba todo.

"Me dijo que le surgió un asunto familiar urgente. Así que le di unos días libres".
Le dijo mientras le restaba importancia al asunto con un gesto con la mano. Como era muy buena persona, no le gustaba ver a los demás tristes, así que le había dado permiso para irse inmediatamente. Era suerte que la ausencia de la enfermera durara sólo unos pocos días, porque, sinceramente, no tenía ni idea de cómo hacer las cosas por su cuenta.

"¿Por qué no me lo dijiste? ¿Qué quieres comer? Puedo ir a comprar comida ahora mismo".
Se sintió muy culpable y se rascaba la cabeza sin saber cómo remediar la situación. Nunca pensó que no había desayunado todavía. Ahora le remordía la conciencia por no haberle traído nada de comer.

"Olvídalo. Ya le pedí a kiki que me traiga algo. Llegará aquí pronto, supongo".
Dijo expectante. De hecho, estaba deseando que llegara la comida que estaban a punto de traer porque su amigo era muy buen cocinero.

Estaba harto de la comida que le preparaba su enfermera, así que hoy había decidió disfrutar de una deliciosa comida hecha por su mejor amigo.

"¡Qué malvado eres! Si ya te iban a traer comida, no deberías haberme hecho sentir culpable".
Dijo Yeineth mientras fingía estar enojada con Saint. ¿Cómo se atrevía a hacerle una broma así? ¡Por un segundo, se sintió muy mal y quiso salir corriendo a comprar comida! No se esperaba que ya le hubiera pedido a Kikí que le trajera de comer.

"Por cierto, ¿tu marido accedió a dejarte estudiar dibujo? Mi madre dijo que ya se había puesto en contacto con la escuela. Puedes comenzar cuando quieras".
Como Saint era un chico inteligente, al ver la cara enojada de Yeineth, rápidamente había cambiado de tema. No quería hacerla enfadar más, así que intentó distraerla hablando de los intereses de su amiga.

"No importa si está de acuerdo o no. Tú más que nadie sabe cómo es mi matrimonio. No le importará lo que haga, siempre y cuando no me vaya de casa. Así que supongo que soy libre de hacer lo que me plazca".
La boca de Yeineth se curvó en una sonrisa amarga. Pensaba que la felicidad nunca había estado a su alcance. Durante mucho tiempo, sólo había podido ver cómo los demás eran felices con sus vidas, pero sabía que nunca tendría un esposo tierno, una carrera perfecta y una amorosa familia. Afortunadamente, todavía tenía amigos con los que podía contar.

"No te rindas tan rápido. Solo dale tiempo. Estoy seguro de que tu esposo cambiará de actitud".
Dijo con una sonrisa comprensiva. No sabía cómo consolar a Yeineth, y era consciente de que sus palabras no expresaban mucho, pero era lo mejor que se le ocurría para decir. Su propia situación tampoco era la ideal.

Todavía se estaba curando de las heridas y se sentía ansioso por su relación con PolPruk.

"De todo corazón, espero que tengas razón. ¿Te dijo tu madre cuándo puedo empezar a ir a la escuela?"
Le preguntó Yeineth, forzándose a mostrar una alegre sonrisa en su rostro. No era de las que le gustaba mostrar su tristeza delante de los demás, aunque se tratara de uno de sus mejores amigos, además, estaba acostumbrada a lidiar con todo tipo de situaciones por su cuenta porque era del tipo independiente.

Y a decir verdad, tampoco quería que nadie cargara con el peso de su propia tristeza. Nadie merecía ser utilizado como un amortiguador emocional.

"Puedes empezar cuando quieras. ¡Ah! Espera un momento, me dio una carta de recomendación para ti".
Dijo mientras abría uno de los cajones junto a su cama y sacaba una carta que entregó a su amiga. Su madre siempre había sido una mujer muy considerada.

Un verdadero amor. 8a parte.Where stories live. Discover now