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Capítulo 1533

Para KyuJong, entrar en la habitación de HongKi de nuevo era como entrar en una máquina del tiempo. Todo allí estaba igual como lo recordaba. Podría haber sido un momento perfecto para disfrutar de los recuerdos si estuviera allí con él.

Sintió que el corazón le dolía más cuando sus ojos se posaron en el enorme cuadro que había dentro de la habitación, era un cuadro que iba del piso al techo, donde HongKi sonreía alegremente.

Sus pies se movieron involuntariamente hacia su imagen, ya que no podía evitar querer tocarlo. Se veía tan hermoso e inocente en esa foto, y no podía negar que ver su rostro ahí hacía que lo extrañara todavía más.

'Kiki, ¿cuándo volverás? ¿No recuerdas cómo regresar a casa, o ya te olvidaste de mí? Hay mucha gente que te quiere aquí en la Ciudad S, ¿sabes?'.

Pasó los dedos sobre la foto para tocar suavemente los labios. Siempre había sido un hombre fuerte, pero, no pudo evitar llorar. ¡Se sentía tan solo! Sin él, no era más que un espacio vacío y el dolor en su corazón era peor que cualquier otro que hubiera sentido en el campo de batalla.

Todavía había un ligero olor a su perfume que se desprendía de la suave cama. Al estar dentro de la habitación que había sido de HongKi durante tantos años, KyuJong tuvo la sensación de que todavía estaba a su lado. Con su aroma rodeándolo, pronto se sintió más tranquilo y se quedó dormido.

Estaba tan cansado que su cuerpo ya no podía mantenerlo en pie, ya que no había podido dormir en los últimos días, e incluso ni siquiera había comido.

ShangGuan estaba a punto de despertarlo para que viniera a almorzar, pero SunMin se apresuró a detenerlo.

Puede que SunMin no estuviera en los mejores términos con KyuJong, pero sí sabía que su cuñado necesitaba descansar.

"Lamento haber dormido tanto rato".
Dijo KyuJong sintiéndose avergonzado en el momento en que entró en la sala de estar y encontró a todos esperándolo. Acababa de ducharse, así que su cabello todavía estaba húmedo, nunca imaginó que dormiría por tanto tiempo.

"Está bien, estás muy cansado. Estábamos a punto de despertarte para almorzar hace un rato, pero dormías como un bebé, así que no lo hicimos".
Dijo Manuel y se echó a reír cuando vio la cara ruborizada de KyuJong.

"La cena estará lista en un minuto. ¿Tienes hambre, te gustaría comer un aperitivo?"
Interrumpió ShangGuan con una dulce sonrisa. Todos en la sala parecían tranquilos y relajados, excepto SunMin, quien seguía tan frío como siempre.

"No hay problema, puedo esperar".
Esta era la primera vez que los acompañaba sin que HongKi estuviera presente, y aunque no se sentía cohibido, estaba decepcionado. Simplemente sentía que nada a su alrededor tenía significado si él no estaba cerca.

"Entonces ven y siéntate conmigo".
Le indicó Manuel con entusiasmo haciendo un gesto para se sentara a su lado.

El viejo había hablado con tanta calidez que llamó la atención de SunMin, quien levantó la vista de su computadora portátil. De repente, los celos lo inundaron sin embargo, se mantuvo tranquilo.

"Está bien".
Aceptó yendo directo a él, se sentó.

"¿Te sientes mejor ahora, o todavía estás cansado?"
Le preguntó con una amable sonrisa. Manuel nunca se había mostrado tan feliz como ahora.

"Estoy bien, siento haber dormido tanto".
Dijo pasándose los dedos por el pelo incómodo. Había sido el mejor descanso que había tenido desde que HongKi se fue.

"No tienes que disculparte. ¡Esta casa también es tu hogar! Puedes hacer lo que quieras aquí".
Dijo ShangGuan mirando a SunMin. Sabía que su esposo no diría una palabra, así que sentía que debía hablar en nombre de los dos.

"Tal vez el Mayor General no considera este lugar como su hogar".
Para sorpresa de ShangGuan, lo cierto era que SunMin estaba más que dispuesto a decir algo, especialmente en un tono sarcástico.

'¿Por qué todos le prestan tanta atención?', pensó mientras lo miraba con desinterés.

"¡Pues habría sido mejor que mantuvieras la boca cerrada! ¿Cómo pudiste decir algo así?"
Dijo ShangGuan alzando la voz y volviéndose hacia su esposo. Luego volvió a mirar a KyuJong y le sonrió disculpándose.

"Kyu, ignóralo. Tiene una extraña forma de ser y tú lo sabes".
Dijo él.

"No hay problema, Sé que solo está bromeando conmigo".
A decir verdad, a KyuJong ni siquiera le importaba si SunMin hablaba en serio o no. Desde que se casaron, les había guardado cierto aprecio y los consideraba su familia, así que estaba dispuesto a tolerar cualquier actitud.

"¡Puedes apostarlo!"
SunMin se echó a reír y pensó: 'Por hoy dejaré que seas el centro de atención. Has estado triste por mucho tiempo, vamos a animarte un poco'.

KyuJong sonrió y no le prestó mayor atención a las palabras de su cuñado. En lo que a él concernía, podía decir lo que quisiera mientras fuera feliz.

Después de la cena, jugó al ajedrez con Manuel. Después de eso, cuando ya estaba a punto de irse, SunMin le pidió que bebiera con él.

"¿Sabes qué? Ahora, soy el miembro más insignificante de nuestra familia, soy incluso menos importante que tú".
Se quejó SunMin. Como el heredero del Lee Group, él estaba destinado a esforzarse mucho más que los demás. Esa fue la razón por la que aprendió a disfrazar su vulnerabilidad con apatía cuando era niño.

No fue sino hasta que su madre dio a luz a HongKi que hubo un cambio en su vida, aunque fue una desgracia que su madre muriera tan pronto.

Por lo tanto, había estado cuidando de HongKi durante todos estos años hasta que KyuJong apareció, ya que su entrada en la vida de su hermano le dio la oportunidad de volver a ocuparse de su propia vida. Se dio cuenta de que el pequeño había crecido y que ya no necesitaba de su cuidado.

"¡Lo siento! Parece que sin querer opaqué tu protagonismo".
Dijo KyuJong mientras le servía una copa de vino y pensó: 'No tengo que ir a la base militar mañana, así que puedo tomar una copa con él'.

Sabía que SunMin también quería mucho a HongKi, y era posible que le hubiera pedido que bebiera con él porque también lo echaba de menos. Sin embargo, no sabía cuánto había acertado con su suposición.

SunMin ya estaba al borde también, por eso le había pedido que bebiera con él. Después de todo, su cariño por HongKi era muy comparable al que KyuJong sentía.

"Esta bien. Recuerda que me lo debes".
SunMin levantó su copa y la chocó suavemente contra la de su cuñado.

De hecho, ya no había ningún odio entre los dos. Aunque era reacio a aceptar el hecho de que su hermano pequeño se había casado, sabía que era un hombre digno del amor de HongKi. Su hermano podría estar lejos por ahora, pero él creía que ellos volverían a estar juntos al final.

"Estoy consciente de lo que te quité, y siempre lo voy a apreciar".
Sabía que lo que SunMin más quería era que se comprometiera en serio, por eso le había dicho eso. Nunca había querido renunciar a su esposo.

"Tienes que recordar siempre lo que dijiste. ¡No me decepciones! Siempre me he preocupado mucho por Kikí, y para ser honesto, ¡al principio no quería que se casara contigo! Sin embargo, después de observarte en estos días, creo que eres el único que puede hacerlo feliz, así que no lo lastimes. Aunque ahora no esté, creo que de verdad te ama, y que debes ser paciente hasta que él regrese. Estoy seguro de que después de esto, será un hombre más maduro y más adecuado para ser el esposo de un militar".

Era la primera vez que SunMin hablaba tanto con él. Aunque solo habían hablado de HongKi, se notaba cómo estaba haciendo a un lado, poco a poco, sus prejuicios contra KyuJong.

"Lo sé y aunque no lo hubieras dicho, lo cumpliré".
Dijo KyuJong. A diferencia de su padre, SunMin, quien por naturaleza era arrogante y rebelde, había ido directo al grano.

Esa noche, los dos hombres habían bebido mucho, pues al fin y al cabo, tenían algo en común: su amor por HongKi. Ahora, se relacionaban mucho mejor.

Un verdadero amor. 8a parte.Where stories live. Discover now