Un verdadero amor. 8a parte.

💘1502

Capítulo 1502

"Escucha. Si no me equivoco, tu supuesto novio no te ama, ¿es eso cierto?"
Sus palabras tocaron la herida de Yeineth y destruyeron aún más su dignidad, como una caparazón vacía que se desmorona. Estaba aturdida, pero rápidamente recuperó sus sentidos.

"¿Qué te hace pensar eso?"
Preguntó, luego de tomar un respiro profundo. Desde el punto de vista de Yeineth, él estaba diciendo la verdad. Pero ella no estaba dispuesta a mostrar su dolor o tristeza, por lo que hizo la pregunta con calma, queriendo conocer qué le hizo pensar de esa forma.

"Vi la forma en que te miraba y no vi amor en sus ojos. Por supuesto, es solo mi opinión personal, puede ser subjetiva e incluso radical, pero confío en mi intuición".
Señaló Bradley con confianza. Pensó que para ganarse su corazón, primero debía derrotar a su rival con palabras.

"Sí, tienes razón. Es tan sólo tu punto de vista. Lamentablemente, estás equivocado. Estamos muy enamorados, de eso puedes estar seguro".
Yeineth sonrió con desprecio. Pero por muy segura y satisfecha que pareciera estar, su corazón estaba sangrando. Fingió felicidad, pero su corazón estaba sufriendo, ahogándose por dentro.

"Está bien. Se reduce a una pregunta muy simple: si él realmente se preocupa por ti, ¿cómo es que nunca lo veo recogerte después de la escuela?"
Inquirió Bradley, alzando las cejas. Estaba seguro de que podría debilitar sus defensas poco a poco.

"Yeineth, por aquí".
Justo en ese momento, no de muy lejos se escuchó la voz de Lucas.

Al ver a Yeineth aparecer por la puerta, salió del auto para saludarla. Sin embargo, nunca esperó que el chico alto que había conocido hacía días estuviera nuevamente con ella. Yeineth tenía razón, Bradley era quien la molestaba.

La expresión de deleite desapareció de la cara de Lucas, volviendo su mirada fría y distante, como antes.

"Lo siento, pero me tengo que ir".
Yeineth sonrió triunfante. No le importaba lo que Bradley pudiera pensar o cómo podría reaccionar. Dándole la espalda, trotó hacia Lucas, cuya presencia era una gran bofetada para Bradley.

Al menos parecía que Lucas sí se preocupaba por ella, demostrando que Bradley estaba equivocado.

El auto lujoso de Lucas era suficiente para robar la escena y captar la atención de todos, causando revuelo. Y cuando esos observadores descubrieron que su dueño era un hombre frío y guapo, casi se volvieron locos.

Esta escena era exactamente la que habían estado soñando, así que cuando finalmente la vieron, no pudieron quitarle los ojos de encima a Lucas y se habían olvidado por completo de Bradley que parecía un niño de escuela comparado con Lucas, un hombre de verdad.

Bradley, por otro lado, vio a Yeineth subir al lujoso automóvil. Ni siquiera él mismo podía negar que el auto de Lucas era mucho más caro que el suyo. ¿Entonces el novio además era rico? Se preguntó.

"¡Lucas! ¡Qué sorpresa! ¿Por qué viniste a recogerme hoy?"
Preguntó Yeineth, con su corazón regocijándose. Se había olvidado por completo de Bradley y del disgusto que le había provocado.

"Vine para ver con quién estás saliendo y tuve la suerte de ver a tu noviecito. Ustedes dos parecen bastante unidos, ¿eh?"
Bromeó Lucas, quien se enojó mucho al pensar que Yeineth caminaba y hablaba con ese chico de forma tan íntima.

"Entonces viniste para seguir la pelea conmigo, ¿verdad? ¿No podías esperar a que llegara a casa?"
Dijo Yeineth rígidamente. Habían tenido muchas discusiones últimamente y se sentía molesta y frustrada.

Le dolía mucho escuchar las palabras de Lucas y el calor que había sentido un momento atrás se había convertido inmediatamente en otra amarga decepción.

"¿Por qué? ¿Pasas de vergüenza al enojo cuando te atrapan con las manos en la masa?"
Continuó diciendo Lucas, mientras arrancaba el auto y se alejaba de la escuela a tal velocidad que las hojas del suelo volaron por el aire, aterrizando algunas en el auto de Bradley.

"¡Ya no soporto tus sospechas irracionales! Sí, se ofreció a llevarme a casa, pero me negué. No me iba a dejar en paz hasta que vinieras a rescatarme. ¡Pero ahora sé que tan sólo salté de la sartén al fuego. Me metí en tu auto para escuchar todas tus tonterías!"
Exclamó con impotencia Ahora parecía que Bradley tenía razón, Lucas no se preocupaba por ella. ¡Ni siquiera un poco!

Estaba demasiado molesta como para darse cuenta de que Lucas pensaba todo eso precisamente porque le importaba ella.

"¿Por qué estás levantando la voz? ¿Acaso significa que eres realmente culpable?"
Preguntó Lucas, todavía con desprecio y sonando más irónico.

"Para el auto, ahora".
Ordenó Yeineth decididamente. Debía salir de allí y alejarse de este hombre lo más rápido posible, o de lo contrario se volvería loca sólo de escucharlo.

"De ninguna manera".
Respondió Lucas, cerrando las puertas de inmediato, temiendo que ella se pusiera demasiado nerviosa y saltara del auto incluso cuando todavía estaba en marcha.

"Dime Lucas, ¿se supone que esto es gracioso? Siempre dices y haces cosas para herir mis sentimientos. ¿Por qué? ¿qué es lo que piensas de mí? ¿Una esposa o simplemente un juguete tuyo? ¿Crees que puedes reprocharme cuando quieras y desecharme como a un pedazo de basura cuando no me necesites? Te importo menos que un juguete. Podrías mirar una muñeca de vez en cuando, pero ¿qué hay de mí? ¡Ni siquiera te molestarías en mirarme!"
Yeineth de repente rompió en llanto. Estaba tan frustrada que se derrumbó y lloró en el auto.

Era la primera vez que actuaba de esta manera frente a Lucas. Había estado reprimiendo sus emociones todo este tiempo y ya no podía soportarlo más. Así que dio paso a una avalancha de lágrimas sin importarle si estaba haciendo una escena.

"Yo...".
Esta era también la primera vez que Lucas tenía que lidiar con el llanto de una mujer y estaba perdido. ¿Debería consolarla o no hacer nada hasta que se calmase? Rápidamente estacionó el automóvil, pero no abrió las puertas. Sólo miró hacia adelante mientras Yeineth lloraba y sollozaba.