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Capítulo 1445

"Mayor General, ¿Kikí compró todo esto? ¿Acaso se volvió loco?"
Preguntó Lee con incredulidad. Su reacción no fue muy diferente a la de KyuJong cuando vio las cosas en el auto.

Lee llegó acompañado de Marco en cuanto recibió la llamada de su superior.

"Oh, ¿por qué no le preguntas más tarde? Está arriba".
Dijo KyuJong con indiferencia mientras miraba a su asistente con enfado.

'¡Cómo se atreve Lee a decir que mi Kikí está loco! ¡Qué chico tan irrespetuoso! ¡Seguramente Marco está siendo una mala influencia para él!', pensó KyuJong mientras miraba a Marco con desaprobación, provocando que el escolta de Saeng temblara de miedo, sin percatarse de lo que había pasado.

"Mayor General, ¡yo no dije nada!"
Dijo Marco en su defensa. Era un buen soldado, pero cuando KyuJong lo miró de esa manera, Marco sintió que su corazón se aceleraba.

"¡Eres un chico muy astuto! ¡No me extraña que el Mayor Coronel no pueda hacer nada para reprenderte!"
Dicho eso, KyuJong se rio de buena gana, cruzando por su mente la imagen de un Saeng enojado.

Hyun fue la persona que ayudó a Saeng a cambiar de ser una persona reservada a una persona más apacible, mientras que Marco fue quien lo hacía perder el control. En el pasado, Marco muchas veces había sido el responsable de hacerlo enfadar.

"¿Dije algo malo?"
Preguntó Lee confundido, debido a que no sabía de qué estaban hablando.

"No, no dijiste nada malo. Apurémonos y llevemos todas estas cosas arriba".
Instó KyuJong.

"Todavía tienen muchas cosas pendientes por hacer".
Agregó con el ceño fruncido y soltó un suspiro de frustración.

KyuJong se resignó ante el hecho de que la inteligencia no era uno de las virtudes de Lee.

"Señor, ¿por qué Kikí compró tantas cosas? ¿Qué va a hacer? ¿Va a preparar un gran festín?"
Fue Marco, quien se caracterizaba por ser curioso, el que le estaba haciendo muchas preguntas.

Como escolta de Saeng, conocía bien a Kikí y sabía que Saeng y KyuJong siempre eran buenos con él.

"No será solo un gran festín".
Dijo KyuJong negando con la cabeza. Aún tenía que abrir la cajuela del auto.

KyuJong apostaría que Lee y Marco se asustarían una vez que vieran el resto de las cosas que estaban ahí dentro.

Las palabras del general sonaban siniestras tanto para Lee como para Marco, quienes temblaban del miedo. Estaban de acuerdo con ayudar a HongKi con el trabajo pesado, como el transportar cosas, pero no sabían nada sobre cocinar. ¿También tenían que ayudarlo con eso?

"¡Oh Dios mío! ¿Qué es todo esto?"
A Saeng casi se le salieron los ojos cuando vio a KyuJong, Lee y Marco cargando todas las bolsas. ¿Qué tanto había comprado HongKi?

Encogiéndose de hombros, KyuJong dijo: "Será mejor que le preguntes a Kikí sobre eso. Todavía hay muchas cosas en el auto, y tenemos que regresar por ellas".
Al decir esto, él estaba asumiendo su papel como jefe de descarga. Pero también se sentía desconcertado ante el hecho de que su esposo había comprado demasiadas cosas.

Antes de transportar y descargar el primer montón de cosas, vio ingredientes, ropa, cosméticos y accesorios. ¿Acaso iba a mudarse aquí?

"Kikí, ¿vas a mudarte aquí?"
Preguntó Saeng completamente confundido. Su esposo, Hyun, estaba acostumbrado a un estilo de vida muy caro, y parecía ser que HongKi era igual a él. Saeng suspiró y aceptó el hecho de que efectivamente eran una familia.

"¡No! Estás malinterpretando todo esto. Las familias que están aquí, en la base militar, quieren aprender a vestirse a la moda. Pero últimamente he estado bastante ocupado, así que solo pude comprarles ropa, cosméticos y accesorios. Con todo esto, la próxima vez que lo requieran, sabrán vestirse de manera adecuada".
Le explicó a Saeng mientras sonreía.

HongKi pensó que esta era la forma más sencilla de enseñarles a vestirse. Quizás le había costado mucho dinero, pero el dinero no era un problema para él.

"¿Qué? ¿Y cómo le hiciste para averiguar sus tallas?"
Saeng abrió por completo los ojos y arqueó una ceja. Y con esa pregunta, parecía sentirse constantemente incrédulo respecto a las acciones de HongKi. ¿Acaso tomó sus medidas con anticipación? Esto provocó que HongKi se echara a reír.

"¿Ya se te olvidó cuál es mi profesión? Como diseñador, debo ser capaz de tomar medidas con solo mirar. Así fue como logré averiguar sus tallas, y por lo tanto, pensé en comprar ropa adecuada para todos".
Su sonrisa radiante estaba llena de confianza. Estaba seguro de que no habría errores en las tallas que había elegido.

"Ah, ya veo. Entonces supongo que yo nunca podré ser un diseñador. Con solo mirar, podría calcular la talla de una o dos, pero si hablamos de varias más, ¡me resultaría imposible! Y sé que aquí hay más de diez".
Admitió Saeng. Realmente admiraba a HongKi, lo consideraba un diseñador muy talentoso, ya que no todos los artistas tenían ese tipo de habilidad y talento.

"Tú también puedes hacerlo. Con el tiempo te vas acostumbrando. Pero no sé si les fascine o no toda esta ropa. Escogí estas cosas basándome en la apariencia y personalidad de cada uno".
Sin embargo, estaba preocupado porque su sentido de la moda podría no ser afín a sus gustos.

Enseñar a otros a vestirse no era tan fácil como parecía. Con la intención de hacerlo sentir más tranquilo, le dio unas palmadas en el brazo.

"No tienes por qué preocuparte, sé que les encantará la ropa. Además, todo lo que compraste es de marcas famosas. Sabiendo lo mucho que cuesta todo esto, no creo que dejen pasar la oportunidad de vestir ropa de diseñador".
Frunció el ceño ante la idea. Saeng había vivido en la base militar durante un par de años y conocía muy bien a todos de este lugar.

"¿Estás seguro? ¿O solo estás tratando de tranquilizarme? He hecho todo lo posible para escoger algunas prendas de marcas populares y que sean de un precio bajo, por lo que creo que podrán pagar el costo".
Explicó HongKi. Cuando miró la expresión de Saeng, comenzó a sentir dudas, a pesar de que había considerado los precios.

"Kikí, ¿crees que los oficiales de aquí ganan un salario alto? Hasta donde sé, este vestido cuesta la mitad del salario mensual de un oficial".
Saeng había tomado una prenda de vestir e inspeccionó el precio. Pellizcó la pequeña nariz de HongKi y pensó que era un chico muy inocente.

Era completamente comprensible que el gusto de HongKi se basara en los productos de lujo. Después de todo, había nacido en cuna de oro y provenía de una familia muy adinerada.

Bajo el criterio de HongKi, un atuendo que valiera algunos miles de dolares podría catalogarse como ropa popular y económica.

Un verdadero amor. 8a parte.Where stories live. Discover now