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Capítulo 1518

"Ella es mil veces mejor que tú".
Dijo Lucas con rapidez y con un tono lo suficientemente frío como para congelar el aire a su alrededor.

"¿Quién eres tú? ¿Cómo llegaste aquí?"
Preguntó Erin enojada, mirando en dirección a la puerta. Las dos chicas que se suponía que eran vigilantes bajaron la cabeza avergonzadas.

"Soy el tipo del que hablan. El hombre que la recogió y esposo de Yeineth".
Dijo él. Por primera vez, dio a conocer de forma voluntaria esa información, sonando audaz y decidido.

"¿Qué? ¿Su marido? ¿Estás bromeando? ¿Cómo? ¿Cuando?"
Teniendo a tantas chicas que la respaldaban, Erin no tenía miedo, pero, aun así, estaba sorprendida por ese hombre que estaba frente a ella, como si fuera un demonio engendrado del infierno.

"Ni ella ni yo tenemos por qué darte ninguna explicación. Lo único que sé es que estoy a punto de quitarte esa corona de la cabeza, princesa".
Dijo Lucas y caminó hacia Yeineth para rodearla con sus brazos. Afortunadamente, había sacado el abrigo de su auto, lo que era perfecto para que envolver el cuerpo mojado de su esposa.

"¿Quién demonios te crees que eres? ¿Me estás amenazando?"
Dijo Erin, dando un paso atrás con miedo al no saber si Lucas podía cumplir sus amenazas.

"Lucas".
Dijo Yeineth, mirando el hermoso rostro de su esposo y apretando su ropa con fuerza. Era evidente que estaba más a gusto con su presencia, puesto que, cuanto más cerca estaba de su marido, más calor sentía.

"No tengas miedo. Nos vamos de aquí".
Dijo Lucas con el puño cerrado, mirando a las otras chicas con sus ojos fríos, mientras pensaba que, si no fueran chicas, les habría dado una lección que nunca olvidarían.

"No, me tomaron fotos".
Dijo Yeineth con timidez. Debido a su ansiedad, le estaba costando cada vez más respirar. Aunque no estaba totalmente desnuda, su escote estaba al descubierto, y no permitiría que la dejaran en ridículo de esa forma.

Con ayuda de un editor de fotos, podrían manipular las imágenes y exhibirla en medio de un acto indecente o incluso vender las fotos a alguien despreciable, ya que no había límites para sus fechorías. Lucas entendió exactamente a qué se refería y caminó hacia ellas.

"Van a eliminar cada foto que tomaron en este preciso momento. Tienen dos opciones: lo hacen ustedes o lo hago yo. Si yo lo hago, destrozaré sus teléfonos".
Advirtió Lucas, con su hermoso rostro transformado en una máscara de siniestra determinación.

Las otras chicas se miraron y, luego, comenzaron a borrar las imágenes por sí mismas, mientras pensaban que aquel hombre era demasiado despiadado, ya que se sentían como si estuvieran en el Polo Norte con su mera mirada.

"Por supuesto, pueden elegir no eliminarlas todas, en cuyo caso no me importará tomar medidas legales. ¡Lo más probable es que sean lo suficientemente inteligentes como para saber qué leyes han violado ya!"
Dijo Lucas. Lo más importante que aprendió de Saeng desde que regresó fue a resolver problemas usando la ley, en lugar de la violencia, puesto que la prisión no era una broma en ese lugar.

Las chicas se apresuraron a borrar las imágenes restantes de sus teléfonos después de escuchar lo que dijo. Estaba claro que no borraron todas las imágenes la primera vez, pero Lucas no iba a dejar que se burlaran de él.

"Díganme, ¿qué droga le dieron?"
Preguntó él, quien tenía la intención de marcharse, pero se detuvo para hacerles una pregunta más.

Todas las chicas volvieron sus ojos hacia Erin en un instante, ya que era la única que podía darle una respuesta porque ella fue la que trajo la droga.

"¿Por qué me están mirando? Yo no la drogué".
Dijo Erin, ella no era estúpida, por lo que sabía que solo un idiota admitiría la verdad bajo la mirada cortante de Lucas.

"Pero tú me diste la droga".
Murmuró una chica.

'¿Quiere culpar a alguien más?', pensó.

"Exactamente. Yo te di la droga, pero fuiste demasiado obediente. ¿Por qué hiciste lo que te dijeron?"
Preguntó Erin sin vergüenza alguna. A sus ojos, el dinero podría resolver cualquier cosa, solo Bradley era una excepción, así que no tuvo más remedio que tomar a Yeineth como su objetivo, ya que representaba un obstáculo para ella.

"Erin, tú...".
Dijo una chica, quien era la persona que realmente vertió a escondidas la droga en las bebidas de Yeineth. En ese momento, estaba demasiado enojada para defenderse.

"Excelente. ¿Nadie va a responderme? Apuesto a que les gustaría hacer una encantadora visita a una comisaría y hablar sobre lo que sucedió allí".
Dijo Lucas y frunció el ceño, ya que se sentía incómodo con el cuerpo de Yeineth cerca del suyo, así que agarró las manos de ella que se movían por su pecho.

"Un derivado del éxtasis de bajo precio. Produce fiebre y alucinaciones, pero el efecto termina en una hora, por eso es tan barato".
Dijo Erin, mordiéndose el labio.

Todas la miraban fijamente, por lo que se vio obligada a admitirlo si quería volver a la escuela.

"Será mejor que me estés diciendo la verdad o volveré. Tienes suerte de que eres una chica, de lo contrario, te hubiera golpeado hasta que nadie pudiera reconocerte. Oh, no estés tan contenta, porque me tomaré mi tiempo para vengarme de ti, ¡solo espera!"
Le dijo Lucas a Erin, con una mirada oscurecida a tal punto que parecía que sus ojos ardían.

Luego, salió mientras ayudaba a Yeineth a caminar y se toparon con Bradley y sus compañeros de clase, quienes querían saber por qué ella no regresaba todavía.

"¿Qué le sucede?"
Bradley se paró frente a Lucas y, cuando sus miradas se encontraron, los ojos de ambos hombres resplandecieron con odio. No era un buen momento para pelear, pero a Bradley no le importaba.

"No es asunto tuyo".
Dijo Lucas, resoplando. 'Solo eres un niño. ¿Quién te crees que eres? No te interpongas en mi camino', pensó para sí mismo.

"¡Yeineth! ¿Qué te sucedió?"
Preguntó Hilda con asombro, ya que, antes de salir corriendo, le había dicho que iba al baño. No creía que pudiera suceder algo así en treinta minutos.

"Lo siento, pero necesito llevarla de vuelta a casa".
Dijo Lucas, quien conocía a Hilda porque la había visto antes, por lo que, como sabía que era amiga, le habló educadamente.

"Espera. Parece que no se encuentra bien. ¿No sería mejor llevarla a un hospital?"
Dijo Bradley, apretando los dientes. Realmente no quería ver que Lucas se la llevará de esa forma, además, no quería que alguien más se preocupara por ella.

"Esto es entre mi esposa y yo, así que no te preocupes. Dile a Erin que recibirá su castigo; se lo juro".
Dijo Lucas, pensando que sería mejor hacer que la gente supiera que estaban casados.

"¿Qué? ¿Tu esposa? Entonces, tú y Yein están...".
Preguntó Bradley, demasiado devastado para terminar su pregunta o dar un paso atrás.

"Sí, ¿tienes algún problema con eso?"
Preguntó Lucas, celoso de ese joven que tenía las agallas para perseguir a una mujer y mostrar sus verdaderos sentimientos, ya que Lucas no era capaz.

"No".
Respondió Bradley, haciéndose a un lado, ya que sabía que no tenía ninguna posibilidad con ella, mucho menos al saber que estaba casada.

Yeineth estaba totalmente desconcertada, puesto que, desde que había llegado Lucas, bajó la guardia y contó con él para que la cuidara.

Mientras estaba acurrucada junto a su esposo, sus manos se movían constantemente sobre su pecho.

Lucas resopló y, luego, se alejó lo más rápido que pudo con sus manos sosteniendola, ya que, si se quedaba allí demasiado tiempo, ella le quitaría la camisa.

Un verdadero amor. 8a parte.Where stories live. Discover now