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Capítulo 1492

"Sí, tienes razón: soy yo quien está siendo irracional. Ahora bájate del auto".
A pesar de estar molesto, Lucas no tenía idea de por qué se sentía así. Sí, fue él quien le dijo que no lo molestara; pero no esperaba que cumpliera con su deseo sin rechistar, y eso lo molestó mucho más de lo que esperaba.

Últimamente, lo trataba como un completo extraño a pesar de que vivían juntos. En lugar de tratarlo como a su marido, solo le asentía impasible cada vez que se cruzaban en la casa, llegando a ignorarlo varias veces, y Lucas, que siempre era el que ignoraba a los demás, no estaba acostumbrado a este tratamiento tan frío.

Yeineth se mordió el labio inferior, sin pronunciar una sola palabra. Sus ojos se enrojecieron al escuchar las palabras de Lucas, odiando el hecho de que todavía tuviera tanto poder sobre ella. De inmediato ahuyentó esta idea de su mente: no era el mejor momento para sentirse abrumada por la negatividad.

Ella levantó la barbilla y abrió la puerta para bajarse del auto sin decir adiós. Con pasos rápidos y largos, se apresuró hacia la escuela, alejándose de él tanto como pudo.

Lucas, por otro lado, no arrancó el auto en cuanto ella se fue. Su mirada permaneció clavada en la espalda de Yeineth, siguiéndola hasta que desapareció en una esquina. Estaba perdido en sus propios pensamientos.

¿Cuándo comenzó a actuar de esta manera? ¿No estaba ansiosa por llamar su atención? ¿Qué cambió? ¿Había perdido el interés en él? El pensar en esto debería haberlo hecho feliz, pero no era así. ¿Por qué estaba tan molesto? Lucas simplemente no podía encontrar las respuestas a todas sus preguntas.

"¡Hola! ¡Buenos días, Yein!"
Tan pronto como pasó por la puerta de la escuela, Bradley la saludó con un tono animado, pareciendo feliz de verla. Como todo niño rico y popular en la escuela, conducía un costoso auto deportivo.

"Buenos días".
Respondió en breve, con el ceño ligeramente fruncido. Por mucho que no quisiera hablar con él, no podía darse el lujo de ser tan descortés. Además, no le desagradaba realmente; solo quería evitar complicar las cosas socializando con él.

"¡Sube al auto! Puedo llevarte a la escuela".
Bradley redujo la velocidad de su auto, mientras conducía a su lado mirándola con una gran sonrisa.

Yeineth no pudo evitarlo, y terminó comparando a su esposo con Bradley: eran hombres realmente diferentes. Lucas era frío y distante, le gustaba mantener una cara seria en todo momento; mientras que Bradley era orgulloso y dinámico, se sabía que era guapo y rico, y no se molestaba en ocultarlo.

"No, gracias. Estoy aquí para aprender. No para hacer enemigos".
El tono de Yeineth fue un poco sarcástico; sabía las consecuencias de llegar a la escuela en el auto de Bradley, el chico más popular. Si las chicas la veían en su auto, habría problemas. Y aunque no tenía miedo de enfrentarlas, disfrutaba pasar desapercibida.

Prefería mil veces caminar sola en vez de ser atacada por sus entusiastas seguidoras, por tanto, lo mejor era mantenerse alejada de Bradley.

"¿Hacer enemigos? ¡No seas dramática! No puede estar tan mal. Si te subes a mi auto, lo peor que podría pasar es que alguien te tire del cabello".
Dijo Bradley con indiferencia. Sabía lo locas que podían estar las chicas que estaban enamoradas de él, y siendo honesto, podía sentirse bastante frustrado por toda la atención de sus fanáticas en la escuela.

Les gustaba analizar cada uno de sus movimientos y crear rumores a sus espaldas, haciéndolo sentir incómodo. Incluso siendo un tipo que disfrutaba estar en el centro de atención, también le frustraba serlo en exceso.

"¿Y eso no es lo suficientemente grave? Me gustaría conservar mi cabello intacto, muchas gracias. Estoy aquí para estudiar, no para unirme a los dramas infantiles que a nadie le importan".
Después de pronunciar estas palabras, Yeineth tomó un atajo sin molestarse en escuchar la respuesta de Bradley.

Él solamente sonrió ante su discurso y la vio irse sin decir nada. Sus ojos estaban iluminados por el interés; era evidente que lo intrigaba mucho. Tal vez, porque era la primera vez que él tenía que perseguirla y no al revés.

Yeineth no era como las otras chicas. Ella no estaba interesada en él, y esto terminó por llamar la atención de Bradley. Quería que ella lo notara. Aunque pareciera infantil, ya estaba decidido: iba a hacer que se enamorara de él.

Tan pronto como ella entró al aula, pudo sentir todas las miradas encima, haciéndola sentir incómoda. No estaba segura de a qué se debía tanta atención. '¿Tiene algo que ver con mi ropa?', pensó nerviosamente.

"Yein, escuché que llegaste a la escuela con Bradley, riendo felices de la vida, ¿es cierto?"
Hilda preguntó en voz baja, llena de curiosidad.

"¿Quién dijo eso?"
Yeineth hizo una mueca. ¿Riendo felices de la vida? ¿Qué demonios? ¡Definitivamente estaba segura de que ni siquiera le sonreía al chico! ¿Quién demonios diría eso?

"Es de lo que todo el mundo está hablando: ¡increíble! Quizás alguien los vio juntos. Tienes que darte cuenta de que Bradley nunca le había sonreído a ninguna chica. ¡Eres la primera! ¿Sabes lo que eso significa? ¡Quizás esté interesado en ti!"
El rumor había emocionado demasiado a Hilda, y le encantaría que fuera verdad: eso la haría feliz.

"¿De qué diablos estás hablando? ¡Esto es ridículo! ¿De verdad crees que un chico popular como Bradley se enamoraría de alguien como yo? No lo creo. Hay muchas chicas hermosas en la escuela que le llamarían la atención mucho más que yo".
Yeineth se echó a reír. Eso nunca iba a suceder, y además, le importaba un comino lo que Bradley estuviera pensando.

Asombrada, Yeineth miró a su alrededor y respiró hondo. No era de extrañar que sus compañeros de clase estuvieran actuando de esa forma tan rara; ahora sabía la razón.

"Bueno, uno nunca sabe. Estos días, hasta los chicos ricos tienen gustos bastante extraños; igual eres su tipo".
Hilda susurró misteriosamente, como si supiera mucho sobre los hombres ricos.

Un verdadero amor. 8a parte.Where stories live. Discover now