💘1438

26 14 3
                                    

Capítulo 1438

HongKi no lo dudó y subió al auto lo más rápido que pudo. Tenía fe en el juicio de KyuJong y nunca se atrevería a interrogarlo, mucho menos en este momento.

Por otro lado, KyuJong se quitó el abrigo y lo arrojó al asiento trasero. Tenía la sensación de que pronto habría una pelea y no quería que su abrigo se ensuciara.

"Kikí, cierra la ventana".
Dijo sin voltear a mirar a su esposo. Su semblante era tan sombrío que incluso HongKi se sintió aterrorizado por lo amenazantes que se veían sus ojos.

"¡Nada mal, chico, nada mal! Pensé que escaparías con tu esposo, sin embargo, no lo hiciste. ¿Quieres ser un héroe, verdad?"
Dijo el hombre, quien parecía ser el líder. Tenía el cabello rubio y llevaba un par de pendientes grandes. Se quitó las gafas de sol mientras caminaba hacia KyuJong.

"¿Quién es usted?"
Preguntó KyuJong con curiosidad. Hoy no llevaba puesto su uniforme, sin embargo, su ropa deportiva no lo hacía perder el gran porte que lo caracterizaba.

"No hay necesidad de presentarnos. Los hombres normales no deberían hacer amistad con nosotros".
Dijo el líder con arrogancia, pensando que solo era un don nadie, además, lo único que quería su cliente era que HongKi estuviera muerto.

Sin embargo, KyuJong se interponía entre él y su presa, por lo tanto, tenía que encargarse de este sujeto.

"No sea tonto. ¿Quiere hacerlo solo o con la ayuda de sus amigos?"
KyuJong examinó al grupo de hombres que estaban detrás del líder. Eran siete, pero de inmediato supo que él solo era mucho mejor que todos ellos combinados.

Los hombres podrían aparentar ser terroríficos, pero no eran soldados. ¿Qué podrían saber ellos sobre auténticos combates en los que se arriesgaba la vida?

"Sé un hombre inteligente y aléjate de aquí mientras puedas. Ni te molestes en llamar a la policía, ya hemos bloqueado todas las señales telefónicas de este lugar".
Dijo el líder mientras sonreía fríamente. En su propia mente retorcida, se consideraba un profesional. Ni siquiera se arriesgaría e intentaría matar a alguien a plena luz del día si no supiera cómo hacer bien su trabajo.

"Parece que está bien preparado. Dado que estamos superados en número y en verdad no hay forma de que escapemos de esto, ¿puede decirnos quién lo envió a hacer esto?"
Después de un rato, KyuJong tuvo la sensación de que estos malhechores no fueron enviados aquí para vengarse.

Eran sicarios. Basándose en lo que había dicho el líder, también tenía claro que no estaban allí por él. ¡Por amor de Dios! Se mostraban demasiado tranquilos ante él, y pensó que debieron haberlo derribado por sorpresa si realmente venían tras su cabeza.

"Sí, en eso tienes razón. No hay nada que puedan hacer. Nos hemos encargado de todas las cámaras en la zona y nadie podrá venir a rescatarlos. Queremos matar a ese chico, así que te recomiendo que te vayas, ya que no podrás salvarlo sin importar lo que hagas".
Dijo el hombre. Levantó las cejas y miró el auto que estaba detrás de KyuJong. Estaba seguro de que el chico dentro del auto no tendría ni una oportunidad de escapar de su grupo de asesinos.

"Ese chico es mi esposo. Estoy seguro de que usted no lo conoce, por lo tanto, alguien debió haberle pedido que hiciera esto. Dígame quién fue y le perdonaré la vida".
El aura de KyuJong se estaba volviendo aún más oscura a medida que pasaban los segundos, ya que los sujetos que tenía ante él parecían estar bien preparados y pudo darse cuenta de que sabían lo que estaban haciendo.

La situación se había vuelto extremadamente peligrosa para ellos y no tenía idea de cuántas personas más se estaban escondiendo en ese estacionamiento. ¿Qué tal si solo estaban esperando a que él bajara la guardia para después atacarlo?

"No te diremos nada. Sin embargo, si deseas volver a casarte con otro chico, entréganoslo y podrás marcharte sano y salvo. No hay necesidad de que mueras por él, seguramente debes tener a docenas esperando por un beso tuyo".
Dijo el hombre en un tono divertido.

Le habían pagado suficiente dinero para matar a una sola persona, y aunque no tendría problema en matar a alguien más, ese asesinato adicional sería una pérdida de tiempo.

Lo único que quería su cliente era que él chico muriera, por lo que el líder no estaba interesado en tomar la vida de otra persona.

"Lo siento, pero no puedo cumplir su deseo. Aunque allí afuera hay muchos, solo amo a mi esposo. Esos chicos no significan nada para mí".
Dijo KyuJong con seriedad y rectitud, quien mantuvo una mirada penetrante mientras miraba al sujeto de forma amenazadora.

"¡Bien! Nunca pensé que fueras un esposo tan leal. Qué lástima que tengas que amarlo en el infierno".
Dijo el hombre con una sonrisa perversa dibujada en su rostro. Se frotó la barbilla con la mano izquierda y luego le mostró una sonrisa confiada.

"¿Puede decirme cuánto le pagaron para matarme? Le pagaré el doble sin importar cuál sea el precio".
Dijo HongKi con desprecio mientras bajaba del auto y se paraba al lado de KyuJong. Su dulce rostro había cambiado completamente.

"¡Qué chico tan bueno! Sin embargo, debemos seguir las reglas, eso significa que eres un hombre muerto, independientemente de lo mucho que estés ofreciendo. Simplemente las cosas no funcionan de esa manera".
Dijo el hombre lentamente y con calma. El aura del líder estaba empapada de confianza, por lo que parecía que ni siquiera le preocupaba que existiera la posibilidad de que alguien viniera a rescatar a su presa. Además, ni siquiera creía que su presa pudiera escapar de él. Esta situación le parecía divertida y cuando le echó un vistazo, pensó que era una pena que un chico tan hermoso tuviera que morir.

"Si quiere tomar su vida, primero deberá tener mi consentimiento".
Fue entonces que de repente una voz llena de frialdad irrumpió en la conversación. Se trataba de Lucas.

En cuanto le avisaron sobre el incidente, su jefe le había ordenado que protegiera a HongKi, por lo tanto, llegó allí lo más rápido que pudo con la intención de rescatarlo.

"Lucas, ¿qué estás haciendo aquí?"
Preguntó HongKi con sorpresa mientras examinaba la cantidad de hombres que venían con Lucas. La tranquilidad volvió a él y nuevamente pudo sonreír con dulzura.

Un verdadero amor. 8a parte.Onde histórias criam vida. Descubra agora