• CAPÍTULO 160 •

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La cargué sobre mis caderas y ésta me enrolló al instante con sus piernas sin dejar de lado el beso profundo. La habitación había comenzado a calentarse, Sus movimientos sobre mi amigo que hacía provocaron que lo despertara, Estaba Caliente, Y no iba a dejar que me dejara con las ganas nada más.

—Ah...—Gimió sobre mis labios y comencé a caminar hasta la cama para recostarla suavemente.

El beso duró aproximadamente seis minutos, Y al separarme de ella la miré con una sonrisa.

—Extrañaba tus labios.

—Por Favor...—Jadeó—Por Favor, Ruggero...

—Por Favor ¿Qué?

—Te necesito. —Volví a sonreírle para después desabrocharle lentamente la bata de baño ¡Joder! ¡No trae nada abajo!

—¿Me quieres Matar?

—¡Ruggero!—Jadeó impaciente, No pude evitar sonreír. Le retiré por completo la bata de baño y comencé de nuevo a besarla, Bajando hasta el valle de sus pechos saboreando cada uno hasta llegar a su perfecto tatuaje de sol, Donde dejé un beso húmedo sobre él para seguir bajando más y más—¡Ah!—Gimió cuando le pasé la lengua por su Feminidad—Mmmh... Dios mío. —Y mientras que mi lengua jugaba con los pequeños fluidos que le salían, Mis dedos comenzaron a estimular su clitoris hasta que comenzara a hincharse.

Duramos así unos cuantos minutos más hasta que sentí como es que estaba apunto de venirse, ¡Joder! ¡El condón!

—No me mates, No tengo Preservativo.

—¡Mmmh! ¡Ahí hay!—Me apuntó la mesita de noche—Los acabo de ver hace un momento.

Abrí El Cajon y efectivamente ahí estaba. Mis manos un poco temblorosas por querer librar mi miembro abrieron el condón a duras penas, Me quité el pantalón junto con el Bóxer y cuando ya lo tenía puesto la miré, Toda abierta y expuesta a mi, Como tanto me gusta.

Me puse encima de ella dándole de una sola estocada, No fue tan difícil puesto que sus fluidos servían como lubricante.

—¡Joder! ¡Ah!—Me quedé ahí, Quieto, Sin moverme, Quería disfrutar estar aquí adentro, Este es mi lugar favorito sin duda.

—Mmmh... Ah... No sabes cuanto anhelaba esto.

—¿Ah Si? Cuánto.

—Mucho, Ahora ¡Muévete!—Volví a besarla a la vez que me movía dentro de ella, Despacio, Quería durar mucho tiempo aquí. Dentro y fuera, Lentamente. —Ah... Si... —Me encantaba verla Gemir, Y claro que amaba que me gimiera al oído, Eso me excitaba más. —Ah... Más... Más... —Así lo hice, Comenzando a esparcir besos por todo su cuello, Sus pechos, Su rostro, En sus labios, ¡Quería besarla donde sea!

—Quiero besarte todo el cuerpo, Quiero que se te borren las huellas de todo aquel que te tocó.

—Mmmh... Si... Bésame Toda, Ah...

—Me encantas ¿Lo sabes?—Mis movimientos comenzaron a hacerse solo un poco más rápidos.

—Tú me encantas más... ¡Oh Diablos! ¡Ah! ¡Ah! —Aumenté mis movimientos—¡Oh! ¡Si! ¡Ah!

—Quiero que te vengas, Córrete Karol, Córrete porque sabes que nadie te lo va a hacer como yo te lo hago, Córrete mi pequeña sucia—La azoté el trasero haciéndola sacar un gemido más audible—¿Te gusta que te azote? ¿Eh?—Volví a hacerlo—Te encanta El Sexo, Eres una adicta al sexo.

—¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!—Comencé a decirle más palabras descaradas al oído, Se que eso le provoca más excitación.

—La tienes tan apretada... Me encanta... Ah...

¿Por qué Yo? #1 Where stories live. Discover now