• CAPITULO 45 •

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Ruggero Pasquarelli

Cargue las cosas de Karol hacia nuestra cabaña asignada, era algo pequeña pero muy acogedora. Adentro ya estaban algunos chicos que también les había tocado aquí, eran más hombres del equipo de fútbol que nada. De solo pensar que si no le hubiera dicho al Director sobre su cambio de cabaña estaría ahora mismo en una de puros desconocidos, que bueno que he hablado con él a tiempo.

—¡Ey! Ruggero, te tocó en esta cabaña—Los chicos me saludaban, mientras que yo solo asentía con la cabeza, solo quería dejar las maletas en la habitación e ir a comer.

Para mi buena suerte, las pequeñas habitaciones contaban con dos camas solamente, era Perfecto, me encantaría convivir un tiempo a solas con mi chica sin que nadie nos interrumpa. Y aunque la habitación es muy chica se ve que es cómoda, lo único que divide las camas son dos pequeñas mesas de noche con lámparas sobre ellas, a un lado de una cama está una gran ventana que da hacia el bosque, es una bonita vista. Dejé las maletas en la cama de Karol, y las mías en la otra, por cierto, a todo esto ¿Donde se ha metido esa mujer?

Tras unos minutos Escuché unos golpe en la puerta, después se abrió lentamente.

—Vamos amor, solo compartiremos habitación... no es para tanto...—me quedé callado al ver que No era Karol—Que haces aquí.

—Hola, que casualidad que me asignaran en esta cabaña ¿No?

—Ajá, como sea, ¿te puedes retirar? Me molesta tu presencia en este lugar Flor.

—No me llamo ni Flor ni Margarita, me llamo Rosa. Y me encantaría compartir habitación contigo—Miré hacia abajo, donde tenía una enorme maleta acompañándola.

—Ni de Coña, Largo—Sabía que estaba siendo grosero con ella, y siendo sincero tenía un excelente cuerpo para morirse, pero lo vuelvo a decir una y mil veces. Si no es Karol, me da igual.

—No seas grosero, podemos llevarnos bien ¿no? Anda, ayúdame con mi maleta—Intentó pasar pero me puse en su camino—¿Me vas a ayudar o no?

—Dije, Largo. Esta habitación ya está ocupada.

—¿A si? Yo no veo a nadie más que a ti.

—Hola...—La hermosa figura de Karol entró a la habitación, viéndonos a los dos con el ceño fruncido. Santa Virgen, obviamente nadie se le podrá comparar a esta chica, nadie, en verdad su belleza es natural en todos los sentidos, es realmente perfecta.

—Creo que te equivocaste mi cielo, la habitación ya está ocupada.

—¿En serio?—Karol Me miró—Bien, me iré a otra si es necesario...

—¡No! Margarita, rosa... como te llames, en verdad me estoy cansando de ti, así que toma tu estúpida maleta y vete por donde viniste ¿okey? Aquí la única que puede estar en esta habitación es Karol, así que Largo.

—¿Qué? Oh, ahora todo tiene sentido...—La chica le sonríe a Karol—Así que... ¿Tu eres de la que todos tanto han hablado? ¿Su ex?

—Largo—Volví a decirle, y antes de que pudiera reprochar, tomé su maleta y la tiré al pasillo.

—Ya me voy, Ya me voy... no es necesario que tengas que ser tan grosero conmigo.—Después de que cruzó la puerta, la cerré de un solo golpe, en verdad me sacaba de mis casillas, y si no fuera mujer ya estaría con un ojo morado, detesto a las chicas como ella, bueno, las detesto desde que conocí a Karol, Son unas arrastradas, Fáciles, no les importa nada más que el hombre que tienen enfrente, me molestaría mucho que Karol se comportará de esa manera, nunca lo podría soportar y mucho menos...

¿Por qué Yo? #1 Kde žijí příběhy. Začni objevovat