• CAPITULO 39 •

2.1K 131 41
                                    

Corrí hasta el estacionamiento del instituto, me hubiera caído si no fuera porque Ruggero me tomó del brazo, ¿como es que llegó tan rápido? Mmmh, tengo pies cortos, no sirvo para correr.

—¡Suéltame!

—¿¡Qué te pasa?! ¿¡Porqué sales corriendo como una maniática?!

—Oh, no lo sé... pasa de que hoy me enteré de algo, "Las reglas De Ruggero" ¿No te suena?—Se cruza de brazos.

—Ah, eso.

—¿¡Eso?! ¿¡Así nada más?! ¡Ruggero! ¡¿Como se te ocurre amenazar a todos para que no me hablen?! ¡Estás mal!

—Es para cuidar de ti, ¿quien te lo ha dicho?

—No me cambies de tema, ademas, en verdad estas loco ¡no puedes hacer eso! ¡Sabía que eras celoso pero no tan manipulador psicópata!

—¡No soy psicópata! Karol, lo hago para protegerte. En el mundo hay mucha gente mala que te puede hacer daño ¿¡Porque no entiendes?!

—¡Porque solo lo vez con tus propios ojos! Dime, ¿no sentirías feo enterarte que al novio que amas desde hace mucho pareciera como si no lo conocieras? Porque eso es lo que me pasa. Te veo y no te reconozco. Yo te he dado demasiada confianza, yo no hago nada indebido, ¡Siquiera tengo amigos más que Agustín y Roberto! ¡Y a Roberto ni le hablo!

—Karol...

—¡Dime! Sentirías feo ¿no?—Estaba muy enojada, enojada por él y sus mentiras—¿qué más me has estado ocultando? ¿Eh? No se... Yo te he dicho que ODIO la violencia. ¡¿Y vas a golpear a todos con los que me hablo?!

—No he golpeado a casi nadie, solo lo hago si se lo merecen. ¡No tiene nada de malo! ¡Solo te estoy protegiendo!

—¡Es que es eso! ¡No me protejas! ¡No soy tu hija! ¡No eres mi papá! ¿¡Okey?! ¡Esto así no va a funcionar!—Mierda, se me hizo un nudo en mi garganta, Ruggero me frunció el ceño. No es el odio el que habla por mi, soy yo. Ver los moretones de Roberto en su estómago han hecho que me ponga a pensar las cosas ¿a quien más ha golpeado? ¿¡A quien?!

—Piensa bien lo que dices Karol.

—¡Ya no quiero nada contigo!—¡Bravo Karol! Dijo que pensarás y dijiste la primera estupidez que se te vino a la mente.

—No hablas en serio.

—¡Si que lo hablo en serio! No quiero a nadie conmigo que se gane la vida golpeando a cualquier mosca que se me cruce. Me estás demostrando que no te doy seguridad, ¿acaso no te respeto? ¿Acaso hago algo malo?

—Tú haces muchas cosas malas. Eres muy terca.

—¡¿cómo que?!

—Ir a aquel lugar sin decirme.

—¡¿Porque te tendría que decir?!

—¡Porque ese lugar no es para ti!

—¿¡Y para ti si?!

—Hablo de que no es lugar para chicas como tú. Pequeñas, adorables, sexys, y con un culo para morir.—¡No te rías Karol! ¡No te rías Joder! ¡Estamos discutiendo!

—Me has escuchado Ruggero, lo nuestro No funciona—Tengo que darle una lección, esto no se puede quedar así nada más. Está bien que tengo cara de estúpida pero no lo soy, tanto.

—No.

—¿Qué?

—No vamos a terminar. Estas enojada, eso es todo.

—¡Te estoy terminando!

—No estás pensado, y no voy a permitir que terminemos. —¿¡Este hombre en verdad esta loco o que?!

¿Por qué Yo? #1 Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum