• CAPÍTULO 65 •

1.8K 107 21
                                    

El día se pasó volando, Agustín y Valentina por un momento se nos perdieron de vista en las atracciones mecánicas, así que tuvimos demasiado tiempo para estar solos Ruggero y Yo tomados de las manos compartiendo un Algodón de azúcar que él me había comprado, me conoce tan bien que sabe que mi debilidad absoluta es el algodón de azúcar.

Y tras estar buscando a los chicos, ocurrió algo desagradable y lo peor de todo es que fue ante mis ojos.

—Mira Que Guapo está ese chico.

—Si, Y lo más tierno es que ha traído a su hermanita al parque de atracciones—Dos chicas habían pasado a nuestro lado hablando sobre nosotros, y no me gustó en lo mínimo que hubieran dicho eso ¿En serio nos veían como hermanos? ¿En serio me veía mucho más pequeña que él? Está bien que hoy no venía tan arreglada pero ¡bah! ¡No parezco su hermana!

Sin quitarle el ojo de encima aquellas chicas que también me miraban, Hice que Ruggero me mirara, Coloqué mis brazos alrededor de su cuello y profundicé un beso. El cual él me lo recibió tomándome de la cintura pegando cuerpo con cuerpo.

Al separarme visualicé a las chicas de nuevo que ahora nos miraban con la boca abierta, eso perras, es mío.

—Es Mi novio, Idiotas—Les grité, Ruggero volteó a verlas, sin duda él no estaba al pendiente de nada. Las chicas nos dejaron de mirar y siguieron su camino.

—¿Marcando Territorio Sevilla?—Se ríe, Y no tenía idea de porqué reaccione así, yo estoy 100% segura de que no soy celosa, pero a veces hay personas que me sacan de mis casillas. No deberían de hablar solo por hablar.

—Si—Dije sin más, Pasando mi brazo por su cintura para seguir caminando, mientras él colocó la suya sobre mis hombros.

"lo más tierno es que ha traído a su hermanita al parque de atracciones" esas palabras seguían dando vueltas y vueltas por mi cabeza, ¿Así nos miraran todos? No me considero que esté mal vestida, tengo un pantalón ajustado y una blusa de tirantes, la única diferencia es que traía puesta una gran sudadera azul que ¡O por Dios! A un lado de Ruggero en verdad parecía su hermana menor. Él venía con un pantalón color marrón que hacía resaltar su trasero con una playera blanca que se le ajustaba a su gran pecho, quedándole las mangas ajustadas por sus músculos.

Y me veía a mi, de nuevo, con mi cola de caballo horrible. Le dije a Ruggero que iría al baño, y mientras que él me esperaba afuera yo me dediqué a quitarme la sudadera y meterla a mi pequeña mochila, me quité la coleta dejando mi cabello al descubierto y gracias a que cargaba la pequeña Cosmetiquera de Valentina, pude pasarme algo de rímel y brillo labia. Mínimo ya no me veía completamente fodonga, y como era ya tarde no se sentía mucho frío.

Al cabo de unos minutos salí, Y Ruggero estaba platicando con un señor, Al verme me dedicó una de esas sonrisas soñadoras.

—Ya llegó mi chica—Le dijo al señor.

—¿Ella es tu novia?

—Aún no, pero muy pronto vamos a serlo.

—Ya volví—Le sonreí, y se despidió del señor caminando una vez más conmigo.

—¿Acaso te metiste a bañar ahí adentro?—Ríe—Esa blusa deja mucho a la imaginación, y doy gracias a mi padre por heredarme esta altura porque desde aquí arriba tengo una agradable vista a tus...

—¡Pasquarelli!—Reí—Ya está anocheciendo, y aún no encontramos a los chicos.

—Déjalos, se han de estar divirtiendo, se han reconciliado y necesitan su espacio, al igual que tú y yo.

—¿Quieres subirte a algún otro juego?

—Por ahora estoy cansado, pero me encantaría ir a la casita del horror.

¿Por qué Yo? #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora