• CAPÍTULO 87 •

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Karol Sevilla

En la hora del almuerzo me encontré con Ruggero, ayer me había quedado mal con mi familia, pero, al fin y en cuenta, creo que no debo de enojarme con él. O sea, se que no es su obligación tener que ir a jugar futbol con ellos, Tal vez en el fondo eso le aburre. Pues, siendo el mejor futbolista de todo el instituto, y yendo a jugar con personas que obviamente no están a su nivel, obviamente eso va a aburrir ¿No?

—¿Entonces no estas enojada conmigo? Ayer en todo el día no me contestaste las llamadas y cuando fui a tu casa no estabas.

—Salí con Simón y con Michael, la verdad si me había enojado contigo amor, pero ya no lo estoy—Ambos estábamos sentados solos en una mesa algo retirada de los demás, queríamos espacio.

—Lo lamento, no quería quedar mal con tu padre o con tus tíos pero... En verdad me quedé dormido.

—Amor, No tienes porque justificarte, no pasa nada—Sonreí, tomando sus lindas mejillas y dándole un beso algo profundo—Comprendí qué tal vez te estás aburriendo ¿No?

—¿Cómo?—Frunció el ceño.

—Ruggero, No pasa nada—Reí—El próximo domingo tal vez mejor le diga a Agustín, o a Michael... ¡O a chucho!

—¿Qué? ¡No! ¡Claro que no!

—Se que no es necesario llevar a alguien a las comidas familiares pero en verdad me aburro de estar ahí desde que mi primo Mateo ya no va. Pero creo que no hace falta que vayas, En verdad le puedo decir a alguien más, aunque creo que Agustín no va a querer. Él y Mathias no se llevan y... No quiero que pase una tragedia.

—¿Quién te ha dicho que no quiero ir? Solo me he quedado dormido esta vez, lo lamento mucho en verdad, e incluso saliendo del instituto iré a pedirle disculpas a tus padres para que...

—¡No!

—¿Cómo?

—No hace falta Pasquarelli, además saldré con Valentina... De compras.

—Bien, pues será en otra ocasión—Y Continuamos platicando de cosas sin sentido.

Pasaron las horas, ambos tuvimos clase de Química, después de ahí no volví a verlo en ninguna otra clase. Hasta que se dio el entrenamiento, me reuní con las chicas en el gimnasio quien estaban calentando.

Y así transcurrió la hora, les puse una coreografía y practicamos unas piruetas junto con los chicos, al final les encantó como quedó. Me despedí de Ruggero con un beso y me marché a mi casa, en una hora tendría que ir a ver a Valentina.

Ruggero Pasquarelli

Estuvo duro el entrenamiento Ruggero.

—Si Pasquarelli, que bueno que nos diste un descanso—Ya iba en mi camioneta camino a mi casa, había invitado a comer a los chicos después de tres horas de entrenamiento duro, para mi mala suerte las chicas de animación solo se habían quedado una, así que me tuve que despedir de Karol. Me hubiera encantado llevarla a comer antes de que se fuera con Valentina de compras.

—No es para tanto chicos, se viene la final contra los Bulldogs—En total íbamos cinco chicos en el auto: Jorge, Mateo el primo de Karol, Logan, Lían el Chico que hace mucho confesó que le gustaba Karol pero hice que se retractara a unos buenos golpes, Y yo. Agustín llegaría a mi casa ya después, el muy jodido se fue con una chica a su casa.

—Solo a ellos les gusta humillarse, nunca hemos perdido ningún juego.

—No te fíes Lían—Le contestó Jorge—La vez pasada quedamos en empate.

¿Por qué Yo? #1 Where stories live. Discover now