• CAPÍTULO 64 •

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—¿De qué Mierda hablas Valentina?

—¿Perdona?

—¿A Karol le gustaba Agustín?

—¿A Karol?—Ríe—Por Dios Ruggero ¡No!

—Has dicho que a tu mejor amiga le...

—¡Tengo muchas mejores amigas! Solo que Karol es mi Mejor Mejor Amiga, casi mi hermana, no hablo de ella estúpido, hablo de una amiga del instituto.

—Menos mal.

—¿Cómo crees que A Karol le gustaría Agustín? Digo, Es un FuckBoy y a ella no le interesa nada de eso—Fruncí el ceño—¡Bah! Tú has cambiado por ella, ya no eres el mismo—Sin más, Sonrió, cambiándome de nuevo de tema.

Karol Sevilla

Mientras que los chicos recién se habían ido, Nosotros aún estábamos en la habitación, Él estaba completamente callado con el celular en manos, y yo estaba sin hacer nada, siquiera con la televisión prendida, solo miraba a la pared blanca. Así que decidí tomar una almohada y pegarle fuerte a la cabeza de mi amigo.

—¡Ey!—Se ríe, y cuando creí que me ignoraría de nuevo, tomó la misma almohada y me regresó el golpe, ambos comenzamos a jugar con las almohadas, yo le tiraba una y él me la arrojaba mil veces más fuerte...

Cuando se me acabaron las almohadas a mi, no me quedó de otra más que subirme sobre una silla que había ahí y tirarme encima de su espalda obviamente jugando, no se escuchaba otra cosa en la habitación más que nuestras carcajadas.

—¡Ríndete!—Le dije, porque le estaba tapando los ojos mientras que le encajaba mis pies en su abdomen.

—¡Jamás!

—¡Ríndete!—Pasaron alrededor de dos minutos dando vueltas, cuando él hizo algo extraño, como si estuviéramos en la lucha libre, me pasó todo mi cuerpo para enfrente tirándome a la cama—¡aaaah! ¡Jajajaja!

—¡Jajajajaja!—Mientras que nuestras risas cesaban de a poco, comencé a darle golpes para poder levantarme, tomé una almohada que había y le pegué pero no pasó nada, él me tenía tomada fuerte de las manos—¡Ríndete Tú Sevilla!—Le tiraba patadas pero a este no le afectaban en lo mínimo, me movía de un lado para otro pero ¡Nada!

—¡Jamás!—Y finalmente cuando nuestras risas desaparecieron, y nuestras respiraciones se tranquilizaron, pude darme cuenta de como es que estábamos. Literalmente él se encontraba sobre mi agarrando cada una de mis manos sobre mi cabeza, estaba tan cerca de mi, demasiado diría yo.

Tras unos segundos nadie dijo nada, pero yo en verdad me sentía muy incómoda. Y más cuando se iba acercando lentamente a mi rostro, como si me fuera a ¿Besar?

—Karol...—Habló, acercándose más lentamente.

—Agustín, Se te paró—Era verdad, se le había parado su cosilla y en verdad me molestaba en mi pierna.

—¡O Por Dios!—Se quita de encima de mi lo más nervioso como nunca lo había visto antes—¡Lo lamento Tanto Karol! ¡Esto no lo debiste de ver! ¡Lo lamento!—Reí para calmar el ambiente, Gracias a Dios el ambiente pesado se había esfumado—Lo lamento Karol, es que hace frío y tal vez por eso...

—Tranquilo Amigo—Le recalqué la palabra "Amigo"—Es obvio que porque está prendido el aire acondicionado hace frío y por eso se te paró—Claro, hazte la tonta ¡Lo excitaste!

Ríe nervioso—Mejor prendamos la televisión—Al prenderla se puso una vez más el ambiente algo tenso, así que para volver a relajarlo me acerqué a él y recargué mi cabeza en su hombro sin decir mas.

¿Por qué Yo? #1 Where stories live. Discover now