Nami levantó la mirada hacia mi, primero curiosa, despuésparecía estar furiosa, no herida, no temerosa, furiosa realmente, podía notar su frustración por estar atada, pero sus manos buscando de manera ágil el nudo.

-No puedes pedirnos nada, ¡son iguales a todos los que...!

-¡Todos estuvimos aquí!- La voz de Robin me sorprendió, se escuchaba realmente débil, pero era firme.- ¡Toda nuestra tripulación estuvo aquí ayer y hoy! Estuvimos ayudándoles como uno más de ustedes, estuvimos en sus hospitales, en sus centros comunitarios, ayudamos en sus iglesias, convivimos e incluso alguno de ustedes intento coquetear con nosotras.- Trago saliva con dificultad.- Son ustedes unos doble moral, que tan pronto descubrieron qué eramos piratas, quisieron hacernos daño, ¿Tan pronto borran la imagen de nosotras ayudándoles con sus niños en el hospital? ¿Cuidando a sus heridos? ¡Los mismos heridos que defendieron el pueblo de otros piratas!

-¡Puedo asegurar que eres la peor de todos! ¡Eres un maldito demonio!

Lo miré acercarse a Robin y escupir.

¿¡Escupirle!?

Me acerque rápidamente tras ver esa acción, quisieron detenerme pero el coraje me hizo ver todo color rojo,no me importo sentir golpes de la gente o empujones, simplemente llegue hasta donde estaba el hombre y lo tome del cuello, comencé a apretar con fuerza mientras lo levantaba del suelo.

-Jamás en tu maldita vida vuelvas a hacerle eso, ¿entendiste? Si vuelves a hacerle algo así yo me encargaré de hacerte sufrir por que si alguien merece ser escupido eres tú, maldita escoria.

No dije nada más, miré como sus ojos se abrieron de manera sorprendente, como si a una caricatura le hubieran sacado los ojos, ignore sus movimientos errantes y simplemente lo lance fuera de mi vista hacia la multitud, quienes claramente intentaron retroceder, pero uno se acercó, pensé que iba a liberar a Robin de las esposas.

Pero lo vi arrancar algo de las manos de la morena.

Un cuchillo.

Un cuchillo ensangrentado.

Robin de inmediato se fue de rodillas al suelo cubriendo su estómago qué antes había estado cubierto por sus manos, me encontré con la sangre fluyendo a mayor velocidad, miré aterrado como comenzaba a empapar el suelo con un pequeño charco rojizo que no hacia más que crecer de una manera exagerada.

Nami se liberó pero de inmediato entró en pánico, escuche a los pobladores lucir alarmados y uno de ellos se acercó con las malditas llaves, claro que las arranque de sus manos sin siquiera dejarlo decir algo, Robin estaba herida, necesitaba ayudarla.

Le retire las esposas y busqué su rostro, estaba muy pálida, tenía los ojos casi cerrados pero buscó ponerse en pie de una manera torpe.

-Vamos a llevarte al barco, Chopper tiene que...

-No creo resistir...hasta el barco.- Bajó la mirada y note que la sangre estaba saliendo de su herida con rapidez aun cuando tenía sus manos sobre la misma.- Voy a desangrarme.

Sus palabras eran simples murmuros, la levanté del suelo y Nami se coloco justo frente a nosotros, parecía estar temblando, pero no era un temblor de miedo, parecía ser de molestia.

Y Nami enojada era peligrosa.

-Largate y llevatela al hospital.- Me miró de reojo por unos segundos.- Yo me encargo.

Me reí abiertamente por que no lo creía algo viable, no iba a dejarla sola, pero Robin comenzó a temblar un poco, necesitaba llevarmela, pero no podía abandonar a Nami sola a su suerte frente a una horda de pueblerinos molestos, senti el rostro de Robin esconderse en la curva de mi cuello.

one shorts de ZoroxRobin.Where stories live. Discover now